El Papa Francisco dijo el viernes que no aspiraba a convertirse en pontífice y que decidió no vivir en los lujosos departamentos papales para preservar su salud mental.
Reunido con miles de niños de colegios jesuitas de Italia y Albania, Francisco respondió a algunas preguntas, y en una de ellas una niña, Teresa, le preguntó si deseaba convertirse en el líder de los 1.200 millones de católicos del mundo.
«Alguien que quiera ser Papa no se preocupa mucho por sí mismo, Dios no los bendice. Yo no quería ser Papa», dijo.
Otra niña, Caterina, le preguntó por qué se había negado a trasladarse a los fastuosos departamentos papales, optando por vivir en su lugar en una residencia vaticana similar a un hotel.
«No es una cuestión de riqueza, sino de personalidad. Necesito vivir entre personas y vivir solo, quizás un poco aislado, no me haría bien», dijo, añadiendo que tomó la decisión por «razones psiquiátricas».
El excardenal argentino Jorge Bergoglio también dijo que es importante llevar una vida más sencilla, dado el alcance de la pobreza y el sufrimiento en el mundo.