Largas colas tristemente “engalanan” las fachadas de los establecimientos comerciales de la región, con lo cual se evidencia que los usuarios realizan a diario búsquedas exhaustivas para conseguir alimentos y productos de primera necesidad.
Así fue el caso de un supermercado ubicado en el Centro Comercial Los Leones, cuando en horas de la mañana, la información de la llegada de harina de maíz precocida corrió como pólvora encendida mediante las redes sociales y dispositivos móviles.
En pocos minutos, progresivamente la multitud se acomodaba en la acostumbrada fila preguntando con anterioridad la existencia del codiciado producto. En la mayoría de los casos, los consumidores pidieron permiso en sus trabajos.
Resguardo del producto
Entre tanto, dentro del establecimiento, efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana supervisaban exhaustivamente la distribución equitativa del producto, desde la llegada en los almacenes hasta la entrega al consumidor. La orden de los funcionarios se apegaba a los lineamientos de Indepabis que indican la cantidad de diez empaques de harina de maíz por persona.
Recurrentes molestias
Sin embargo, los consumidores expresaban su molestia preguntándose por qué en un país petrolero le ocurren tales situaciones. Así fue el caso de Carla Vieira, trabajadora de múltiples oficios y madre.
“Estoy pendiente de mi teléfono para saber en cuál lugar puedo conseguir harina. En relación con otros productos, tengo que hacer un tour diario por los supermercados con la fe de conseguirlos”.
Del mismo modo, Mariluz Leandro accedió a la entrevista con los representantes de este rotativo, indicando que es la primera ocasión en su vida que experimenta la realidad del desabastecimiento y, más aún, por un empaque de harina de maíz precocida.
“No tenemos necesidad de pasar por esto. El Gobierno debe garantizar el abastecimiento de alimentos en la población y ofrecer mecanismos económicos estables para la sustentabilidad de las empresas productoras”.
Tras la pista
Además de la harina de maíz, productos como el papel higiénico, pollo, mantequilla, leche y harina de trigo son escasos en los anaqueles de los supermercados.
Los ciudadanos hacen un llamado a las mejoras de las políticas económicas y alimentarias de la nación con el fin de garantizar la libre adquisición de productos.
