Con su potente voz, y su gentilicio a flor de piel, la consagrada cantante venezolana Soledad Bravo ofreció dos horas de concierto en el Aula Magna de la UCV, escenario que considera su casa y donde regresa llena de energía y plena satisfacción.
En esta ocasión su presentación estaba enmarcada en dos importantes propósitos; el primero, celebrar -por primera vez- el Día del Egresado de esta casa de estudios, la cual está próxima a cumplir 300 años de importante trabajo en el país, recinto que la ha visto crecer como artista y defensora de la justicia y libertad.
El segundo motivo era la paz, la que tanto le hace falta a nuestra querida Venezuela, la que añoramos y deseamos para todos. Por ella cantó la genuina artista, quien llegó con su acostumbrado vestido ancho, que lo movió a su antojo por el escenario.
El espectáculo comenzó a las 7:25 de la noche con la presencia de la Rectora de la UCV, Cecilia García Arocha, quien fue recibida con calurosos aplausos por los presentes, quienes enaltecieron la ardua labor que a diario encara esta mujer que lucha por su país.
«Gracias por estar aquí. Esta primera canción se la dedico a mi nieto, Martín, quien tiene nueve años y está en la sala acompañándonos. La de primera porque siempre me reclama cuando no lo hago. Esta noche la canto en este suelo que tanto y que nuevamente piso. Porque la libertad azul es la quiero para mis nietos», dijo la intérprete antes de cantar Unicornio Azul.
Estuvo acompañada por seis virtuosos músicos que sonaron de forma magistral, junto a la majestuosa voz de Soledad, quien se paseó por un repertorio Latinoamericano. Más tarde se escuchó el tema de Miguel Ríos Todo a Pulmón.
Para la tercera canción rememoró que sonó por primera vez en 1929 en la voz de Carlos Gardel, quien le dio vida. Ella la interpretó por primera vez hace cinco años atrás, cuando celebró los 40 años de carrera artística, y se la dedicó a su madre, que tenía poco tiempo de haber fallecido. Se escuchó Caminito, con la que se colmó de aplausos.
También se escuchó Sombras, Alfonsina, Déjame que te cuente, entre otros temas. Elogió la iniciativa de haber creado un Día para los Egresado de la UCV, «a ellos les canto esta noche. Es un proyecto hermoso, un proyecto de paz que apuesta a la no violencia, sino a poner luz en nuestras vidas», acotó Bravo.
Con el sentimiento y la fuerza que la caracteriza en el escenario cantó Yolanda y Para Vivir de Pablo Milanés. Luego sorprendió a los asistentes con un tema brasileño dedicado a la libertad.
El concierto contó con un pequeño intermedio. Luego la intérprete regresó con otro atuendo para seguir con su periplo musical. Se escuchó Pajarillo Verde, Me gustan los estudiantes, entre otras.
Cerró su impecable actuación, alrededor de las 10 de la noche, con el tema Gracias a la Vida, con un público de pie que la despidió con gran ovación, en gratitud al tan hermoso concierto, donde su voz se hizo luz en cada una de los corazones de quienes la admiran y respetan como artista.
En todo momento prevaleció su carisma, sonrisa y amor por lo que hace. Y conmovida, la cantante que cumplirá 70 años en noviembre, agradeció los efusivos aplausos y el haber compartido con ella tan emotivo encuentro, donde las canciones hablaron por ella.
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