Amar es un sentimiento universal relativo a la afinidad entre seres, basado en el apego y el afecto. Así mismo, el Amor es productor de una serie de actitudes, emociones y experiencias relacionadas con el afecto, la bondad y la compasión del ser humano, hacia sí mismo y hacia otros.
Por tanto, podríamos entender el Amor como un sentimiento hacia otra persona o hacia sí mismo, basado en el afecto, la estima y en los mejores deseos.
Para Amar, plena y conscientemente, sin ninguna duda, es conveniente empezar por Amarse así mismo, y al desear lo mejor para el otro, también lo deseo para mí, en la misma medida. De lo contrario, la relación de Amor, estará basada en la Felicidad de la otra persona y no en la mía, y por tanto, será una relación llena de sufrimiento.
Es frecuente, caer en una relación de dependencia afectiva, cuando nos hemos olvidado de nosotros mismos, como parte importante de la pareja también. Y esta relación se basa en la necesidad de agradar al otro, a menudo, sin límites, buscando a toda costa responder a sus expectativas, aun cuando éstas me hagan sufrir.
De este tipo de relaciones dependientes, surge una necesidad imperiosa de recibir aprobación, afecto, reconocimiento y valoración, para lo cual, agradar al otro es fundamental a la espera de ese Amor tan anhelado, y negado hacia mí mismo.
En estos casos, el sufrimiento está siempre presente, ya que nunca conseguimos agradar o que nos agraden como esperamos, y el nivel de exigencia en la relación, y la expectativa hacia la otra persona, nunca llegan a ocurrir.
Podríamos decir, que sufrir por Amor, es olvidarse de sí mismo, es no Amarse lo suficiente como para vivir una vida plena y Feliz por sí mismo, sino que espero que otra persona cubra una parcela de mí, que yo descuidé.
Así también, habrá sufrimiento cuando busco mi Felicidad y Bienestar, olvidándome de la otra persona, buscando que cubra mis expectativas, y cuando esto no ocurre, a pesar del esfuerzo y sufrimiento de la otra persona, me siento defraudado.