El audio del terror

Según el escritor español Vicente Espinel, la traición la emplean únicamente aquellos quienes no han llegado a comprender el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura.
Hay palabras que son repulsivas en todos los idiomas del mundo. Una de ellas es esta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener.
En la Biblia encontramos el caso del peor traidor, el hombre cuyo nombre implica perjuro: Judas Iscariote, supuesto mejor amigo de Jesús, uno de los 12 apóstoles que conocía el lugar secreto donde se reunía con sus discípulos porque estuvo allí escuchando al Mesías.
Judas traicionó a su Señor, a su maestro. Éste individuo tan honrado y bendecido por Jesús entregó al hijo de Dios por el precio de un esclavo: “treinta piezas de plata”, cometiendo el acto más diabólico y desventurado que existe.
¿Cuántos hombres no hacen hoy lo mismo?
El audio del terror, revelado recientemente por Ismael García, muestra a un renegado hablando con un espía. Silva, el traidor, parlamenta con Aramis Palacios del G2, el agente de Cuba, acusando a la “Cosa Nostra” de la revolución venezolana no la primera vez, porque estaba anunciada una segunda versión para días posteriores, salpicadas, según el periodista Nelson Bocaranda, con demasiadas groserías e improperios.
Se descubre públicamente la vulgar pugna por el poder político y económico existente entre las sub-tribus dentro del régimen con un Diosdado Cabello al frente, a quien pinta como el hombre más diabólico de esta bacinilla.
¿Acaso Mario Silva, conductor del programa La Hojilla por el principal canal del Estado buscaba una intervención al gobierno venezolano? ¿Es éste el anuncio oficial de que verdaderamente somos un asentamiento cubano?
Dios los crió y ellos se juntaron, pero la herencia de Judas Iscariote seguirá trayendo polvo del camino. Hoy Mario Silva, mañana Diosdado Cabello, hasta que se derrumbe el muro de Chávez para rescatar la Venezuela libre y de los venezolanos.
No queda ninguna duda en el video. Cabello dice que no le para a los chismes y el “carrerón” que pegó Silva, dizque por razones de salud, quien con sus incoherentes, mezquinos, bordeando en la paranoia de sus mensajes le hizo mucho daño a la sociedad venezolana, le dan visto bueno al documento.
Este otro Judas reitera el problema de la culpa que asume el traidor del Nazareno, tal vez como un secreto instrumento de Dios, quizá desde el acto existencial de la responsabilidad de un hombre por todos los hombres. Culpa y castigo que son tema de numerosos cuentos, como el que hoy nos presenta este audio, hilo conductor por los arrabales, las casas, los cuarteles, las calles de la ciudad o de pequeños pueblos de provincia, donde sus personajes llegan, por lo general, a situaciones límite. No son pocas las veces que parecen concurrir a una cita para dirimir un pleito con su propio destino.
La Hojilla fue suplantada por Los papeles de mandinga, con el hábil Alberto Nolia, acostumbrado también a difamar, ensuciar la honorabilidad de los venezolanos, acusado en el audio de Silva de robarse los reales del canal.
Miserias humanas con las cuales seguiremos tropezando hasta que Dios se apiade de nosotros.
Estos hechos, por supuesto, son un diseño absoluto del estado nunca visto en el que ha quedado Venezuela, evidencia de la hiper-corrupción existente en el régimen, una piñata de la cual todos participan con codicia y mucha agresividad, una verdadera pandilla de hampones que siguen desangrando al país, además de subordinar el futuro a la templanza que los hermanos Fidel y Raúl Castro han impuesto en Cuba desde hace más de medio siglo.
Ha quedado en evidencia que somos una colonia de Cuba, desprotegidos de la Fuerza Armada Nacional, porque nos roban miles de millones de dólares para enviarlos a distintas partes del mundo, pero especialmente a la isla de los hermanos dictadores.
Mantenemos la esperanza de llamar la atención, mediante la descripción de la expresión en la conducta de los valores culturales tradicionales, y eso pueda contribuir a un proceso de cambio a favor del progreso humano., donde los desposeídos puedan albergar esperanzas de llevar una vida con libertad, dignidad, justicia y prosperidad, sin caer en estados de depresión melancólica, huyendo a toda esperanza pensando que no hay salida.
“Hay puñales en las sonrisas de los hombres; cuanto más cercanos, son más sangrientos”.
William Shakespeare