Planteamientos – Fapuv: la estrategia equivocada

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La dinámica del conflicto laboral universitario obliga a un monitoreo diario de los eventos que alrededor del mismo ocurren, como base para reafirmar o redefinir la estrategia de lucha con posibilidades de éxito. Muchas veces el análisis implica una visión retrospectiva, en profundidad, que arroje claridad en los objetivos planteados. La decisión de sujetar un reclamo justo, compartido, por todo el sector universitario nacional, en una coyuntura que se torna históricamente desfavorable a las Normas de Homologación, NH, y al nombramiento de la Comisión CNU-OPSU-Fapuv, bajo el anuncio de la Hora Cero, en nuestra opinión es equivocada.
Recientemente, el presidente de Fenasinpres, ha declarado que la diferencia entre las normas de homologación – derogadas a través de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (Lottt) – y la normativa laboral está en que mediante las primeras se le atribuía exclusivamente al Gobierno Nacional la potestad de decidir unilateralmente de cuánto podía ser el aumento salarial, en función del porcentaje de inflación anual. Dicha afirmación es completamente falsa.
Las NH fueron promulgadas por el Gobierno de Luís Herrera Campíns, el 17 de agosto de 1982, paradójicamente como una medida de contención a los reclamos salariales, en un momento en el que la inflación, como referente, era poco significativa. El “viernes negro” y los eventos subsiguientes potenciaron las luchas.
Prueba de la validez de las NH, es que el 9 de mayo de 1990, según G.O de la República de Venezuela N° 34.463, el CNU, mediante Resolución N° 14, aprobaba el Acta acordada por el Comité Ejecutivo de la Fapuv y la Comisión Ad–hoc designada por dicha instancia para la revisión salarial. Para esa época era Ministro de Educación y presidía del CNU, Gustavo Roosen. A su vez, nosotros estábamos al frente del organismo gremial.
El punto de quiebre de la Federación y su desconocimiento por parte del Gobierno actual, ocurre por una decisión política que toman los directivos. Hacen a un lado la preservación de la institucionalidad, desconocen el pluralismo y la diversidad ideológica de todos sus integrantes y, colocándola al servicio de intereses partidistas, se pronuncian públicamente en apoyo al Gobierno de “facto” de Pedro Carmona Estanga. La historia posterior es conocida. A partir de ese momento, le fue negada su condición de interlocutor gremial bajo la calificación de golpista, y en lo sucesivo la nivelación salarial se daría de manera unilateral.
La instancia federativa ha recurrido a los organismos competentes en demanda de sus derechos y ratificación de la legalidad. No obstante, las sentencias han sido adversas, según voceros del Mppeu, aún cuando la interpretación de los representantes del gremio, opinan lo contrario. Tal es el caso del análisis de los alcances de la Sentencia que dictó en fecha 02/12/2010 la Sala Político-Administrativa del TSJ con respecto a la Apelación que ejerció Fapuv ante dicha instancia debido al fallo dictado por la Corte Segunda de lo Contencioso Administrativo en fecha 15/12/2009.
Al respecto, Calzadilla recordó que el instrumento válido es la normativa laboral instalada el pasado lunes 20 de mayo en el Ministerio del Trabajo y la Seguridad Social (Mintrass), en la que pueden participar todos los gremios que, aún sin estar sindicalizados, formen parte del sector universitario y manifiesten ante ese Despacho el interés de participar en la discusión.
Ese es el escenario probable. Hasta ahora no aparece otro y la fortaleza de la Fapuv, al fallar en la posibilidad de globalización del conflicto, extendiéndolo a otros sectores laborales, primero; y, segundo, la no incorporación de universidades clave al paro indefinido, atenta contra la modificación del criterio y la política definida por el Gobierno, como para abrir la posibilidad de discusión en dos frentes simultáneos. La nivelación salarial de la contratación es atractiva.
Desde allí, es posible apostar por el reconocimiento del principio de indexación salarial sobre el cual la doctrina laboral, por justicia social, justificaría en su momento las NH. Igualmente, presionar para que la discusión no transite por la “venta” del contrato, o, la aceptación unilateral del aumento salarial impuesto por el presidente Chávez. Además, con la posibilidad de fijar posición al respecto y, a futuro reorganizarse, llamar a elecciones y sindicalizarse.

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