Los planos en el cine, el legado cinematográfico de Alfred Hitchcock, neorrealismo italiano y cine japonés, enriquecieron el menú de la segunda sesión del taller Las películas que debes conocer con el ingeniero y escritor Nelson Cordido Rovatti.
La audiencia que se dio cita en los espacios de la Sala Alternativa de la Fundación Juan Carmona de EL IMPULSO, se paseó por los filmes La Soga (1948) de Alfred Hitchcock, Ladrón de bicicletas (1948) de Vittorio De Sica, El tercer hombre (1949) de V. C. Reed, El crepúsculo de los dioses (1950) de Billy Wilder, Rashomon (1950) de Akira Kurosawa y Eva al desnudo (1950) de J. L. Mankiewicz.
El constante intercambio de ideas caracterizó la jornada audiovisual que comenzó con una interesante clase del plano secuencia, el cual consiste en la realización de una toma sin cortes durante un tiempo determinado. A propósito, Cordido Rovatti mostró un interesante ejemplo de lo que es el plano secuencia con la proyección de una de las escenas del filme Touch of Evil (1958) de Orson Welles.
“Alguien que hizo alarde de este plano fue el director de cine británico Alfred Hitchcock con su largometraje titulado La Soga”, dijo el ponente. Una verdadera e impecable joya cinematográfica que dejó al público a la expectativa.
El neorrealismo italiano ocupó la pantalla con la proyección de Ladrón de bicicletas, en la que los actores, si bien no son profesionales, realizan un trabajo extraordinario. El tercer hombre dejó al descubierto a una Viena divida en cuatro debido a la guerra. Otra película tratada por el especialista fue El crepúsculo de los dioses, obra que hace alusión a los excesos de Hollywood, pertenece al cine negro. El cine japonés se hizo presente con Rashomon, un filme de éxito rotundo. Con Eva al desnudo, ganadora de seis Oscar, culminó la velada.
Para cerrar, este jueves 30, los inscritos en el taller disfrutarán de un periplo a través de los filmes Un lugar en el sol (1953) de George Stevens, Cantando bajo la lluvia 1952 de S. Donen/G. Kelly, Juegos Prohibidos (1952) de Rene Clément, Cautivos del Mal (1952) de Vincente Minnelli, Los Sobornados (1953) de Fritz Lang y Cuentos de Tokio (1953) de Yasujiro Ozu.
