La expresión del teenager – Defensores de derechos humanos

Ser un defensor de los derechos humanos en Venezuela es como ser un pingüino en Maracaibo: ha existido, pero se encuentra en un lugar donde corre peligro de extinción. Tener sueños o aspiraciones de un país de derechos con nuestra situación actual puede llegar a ser deprimente, porque estos sueños se quedan en teoría y no pasan a la práctica. Es por ello que es más importante que nunca el afianzar nuestro compromiso con defender los derechos humanos en Venezuela, porque si no todas estas violaciones de derechos que hemos visto desde que comenzó el año se van a triplicar y los afectados vamos a ser nosotros.
Ser un defensor de los derechos humanos implica realizar cualquier acción por promover los derechos sin importar lo pequeña o grande que sea, es decir, que en este momento al escribirles sobre derechos me he convertido en una defensora. No es un trabajo complicado que amerite toda la vida y el gasto de todos tus ahorros. No necesitas tener el perfil de una miss o el cerebro de Stephen Hawking. Sólo necesitas ser un ciudadano comprometido con el beneficio individual y del colectivo para lograr las justicias de la ciudadanía.
Los defensores de los derechos humanos tienen dos armas a su favor: la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que contempla los treinta derechos humanos en forma de artículos claros y sencillos; y la Declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos, que señala las labores específicas que deben ser seguidas por los Estados Parte, donde se encuentra el facilitar recursos y medios para la promoción de los derechos y resguardar la integridad física y mental de todas aquellas personas que realicen actos en pro de la ciudadanía, también contempla las labores que deben ser llevadas por los ciudadanos.
Es importante tener en cuenta que un derecho sólo puede ser violado por personas o instituciones que pertenezcan al bloque público del país, debido a que el resto de los ciudadanos violan son leyes creadas por los gobiernos para respetar los derechos.
Un defensor de los derechos humanos no tiene una capa y está parado arriba de un edificio esperando ver las violaciones para atacar, no; simplemente es una persona común y corriente que siente la necesidad de tener un país y un mundo más justo. Los derechos son creados para y por nosotros. Estos nos pertenecen desde el momento en que nacemos, es por ello que es nuestra labor hacerlos valer.
Venezuela te está rogando que te conviertas en un defensor de los derechos humanos, para que el día de mañana le puedas decir a tus nietos y bisnietos: “Yo luché para que tú tuvieras una mejor Venezuela”.