Las Jornadas Ascardio, realizadas cada año en Barquisimeto, se caracterizan por la presencia de invitados de talla internacional a sus conferencias científicas. En este importante evento se congregan médicos, enfermeras y especialistas en salud para conocer las últimas novedades para diagnósticos, tratamientos y procedimientos que beneficien al paciente cardiovascular.
Entre los temas que resaltaron estuvo la Rehabilitación Cardiovascular, cuyo objetivo es mantener o recuperar la independencia, al menos en las actividades diarias, dentro de la limitación que supone un funcionamiento cardíaco anormal.
Thomas Allison, del departamento de Rehabilitación Cardiovascular de la Clínica Mayo, en Estados Unidos, tuvo a su cargo dos conferencias: “Desde el dolor torácico hasta la rehabilitación cardiovascular”, y “Utilidad de la prueba de esfuerzo cardiopulmonar en cardiología”.
Sobre el dolor torácico precisó que cuando la persona sienta que el pecho se le apreta de forma fuerte, debe acudir de forma inmediata a una sala de emergencia.
“No es un dolor punzante, es como si estuvieran apretando. Las personas que sienten dolor cuando suben escaleras o hacen algún esfuerzo también deben ser evaluadas por un médico; y mucho más quienes al estar en reposo sienten un dolor por más de 10 minutos que no se quita”, detalló.
Claro está -prosiguió Allison- en ocasiones puede venir tan rápido el dolor que poco se puede hacer, pues ocurre el conocido infarto al miocardio.
El especialista en Cardiología aclaró que todo paciente que haya sufrido un evento cardiovascular debe tener un plan de rehabilitación cardiovascular (RC), porque está demostrado que reduce la mortalidad posterior al evento en 40%, así como en un 80% la posibilidad de que se repita.
“En Estados Unidos es una norma que el paciente cardiovascular debe ser referido a la RC, sino el pago o bono adicional por el monitoreo post-evento no se le cancela”, dijo Allison.
Recalcó que el paciente que ha tenido problemas con el corazón debe eliminar el cigarrillo de su vida, cambiar sus hábitos de vida hacia la alimentación saludable y el ejercicio, bajar los niveles de estrés y hacer RC dentro de un plan que debe ser evaluado por un equipo médico calificado.
Para no repetir un evento cardiovascular debe estar presente la prevención, cuya falla produce un costo millonario para la salud en todo el mundo.
“Tan solo en tratamientos para un paciente que han sufrido un Ictus o Accidente Cerebrovascular (Stroke) se gasta 8 mil dólares, cuando prevenirlo es mucho más económico”, relató Thomas Allison.
Menos depresión más actividad
La Rehabilitación Cardíaca se inicia tan pronto el paciente se haya estabilizado tras un ataque cardíaco, inclusive cuando la persona aún está hospitalizada. Es habitual que los programas de RC se inicien con una actividad ligera, como desplazarse hacia la silla y sentarse en ella.
Cuando estas actividades se realicen de forma cómoda, en el segundo o tercer día, se comienzan otras más moderadas, como vestirse, asearse y dar paseos cortos.
Si se produjera cansancio o malestar a medida que la persona aumenta su actividad, se le indica que suspenda de inmediato y que repose hasta que desaparezcan los síntomas. En ese momento, el médico volverá a evaluar al paciente y determinará si está apto para continuar con la RC.
Se establece que a la mayoría de los pacientes les conviene un programa ambulatorio de RC, que suele prolongarse 12 semanas,debido a la formación y al control que recibe el paciente.
Los programas de RC incluyen asesoramiento para afrontar los efectos psicológicos de haber sufrido un ataque cardíaco o una operación del corazón.
También ofrecen instrucciones sobre las necesidades de cambios de los hábitos y cómo ejecutarlas. El objetivo final de este procedimiento es el paciente entienda que necesita cambiar sus hábitos y aprenda a hacerlo, con el fin de modificar los factores de riesgo.
Entre las medidas para disminuir el riesgo de padecer una enfermedad de las arterias coronarias y limitar la probabilidad de otro ataque cardíaco, están las siguientes: dejar de fumar, perder peso, controlar la presión arterial, disminuir los valores sanguíneos del colesterol con una dieta o con medicación, y realizar ejercicios aeróbicos a diario. De igual manera, una modificación de los factores de riesgo puede retrasar la evolución de una insuficiencia cardiaca.
Toma de decisiones
Allison mencionó que la prueba de esfuerzo cardiopulmonar busca obtener un diagnóstico más eficiente, que procure tomar una mejor decisión a la hora de escoger para el paciente tratamiento y rehabilitación cardiovascular (RC) o cirugía.
Gracias a este test se puede tener mayor seguridad en cuanto a la recomendación médica que se le hará al paciente, de manera que se pueda evitar una cirugía en quienes no la requieren y viceversa.
“Con el test cardiopulmonar se mide la cantidad de oxígeno que toma la persona y entra a los pulmones, como también el que expira. Ese intercambio del oxígeno que entra y el dióxido de carbono que sale. Si el resultado es bajo, debe ir a cirugía”, explicó Thomas Allison.
Señaló que los pacientes sanos tienen suficiente oxígeno en su sangre y sacan suficiente dióxido de carbono (Co2).
El médico del paciente cardiovascular debe estudiar su historia (examen físico), evaluar los exámenes, referir al ecocardiograma y al test cardiopulmonar. Así tendrá todas las herramientas para tomar la decisión final.
Mencionó que la prueba cardiopulmonar es para pacientes con alguna patología del corazón o complicaciones, mientras que la prueba de esfuerzo se puede realizar a personas sanas. Esa es su principal diferencia.
Pocos servicios de RC
Sherry Grace, doctora y docente de la Universidad de York, en Toronto, Canadá, mostró los resultados de una revisión realizada en la institución educativa sobre la Rehabilitación Cardiovascular (RC) en los países de bajos y medianos ingresos, e hizo un llamado de atención sobre los mismos dentro del marco global.
“En Venezuela, como en el resto de los países del mundo, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte. A pesar de ello, la población aún se resiste a cambiar su comportamiento o hábitos de vida: fuman, se alimentan mal y no hacen ejercicios”, enunció Sherry Grace.
Aunque la meta es prevenir que se susciten más eventos cardiovasculares, cuando éstos han ocurrido, el Estado debe promover la Rehabilitación Cardiovascular (RC), así como un estilo de vida saludable, educación sobre su importancia y la posibilidad de realizar ejercicios, sumado al tratamiento farmacológico que sea necesario.
Según la revisión realizada por científicos de la Universidad de York y del Instituto de Investigación General de Toronto, sólo un 22,1% de los países de América y el Caribe tienen algún programa de RC, puesto que no ha sido un lineamiento del Estado.
“Sólo existe un programa de RC por cada 2.319.312 habitantes, por lo cual su accesibilidad a la población no está garantizada”, mencionó.
En este sentido, en la Universidad de York financian programas de RC en países que presenten sus proyectos dedicados al área, los cuales son supervisados y evaluados durante su implementación, de manera que puedan proseguir con el aporte económico.
Dichos proyectos deben seguir normas que pueden ser advertidas en la página web www.yorku.ca, como también obtener más información a través del correo electrónico [email protected]
“Se realizan varias evaluaciones y el objetivo es que más pacientes cardiovasculares puedan tener acceso a la RC, con todos sus beneficios”, concluyó Grace.
Beneficios de la RC
Los beneficios más importantes de la Rehabilitación Cardiovascular (RC) son:
1) Mejoría de la tolerancia al ejercicio: El entrenamiento físico logrado con la RC mejora la tolerancia al ejercicio, de una manera segura y sin efectos adversos significativos.
Una apropiada prescripción y seguimiento del entrenamiento físico debe ser parte de un programa integral de RC, el cual beneficiará principalmente a aquellos pacientes con disminución de la capacidad física. Se debe mantener el entrenamiento físico a través del tiempo, para mejorar la aptitud física en forma permanente.
2) Mejoría de los síntomas: El entrenamiento físico de la RC disminuye la intensidad y la frecuencia de la angina de pecho en pacientes con enfermedad coronaria, y atenúa los síntomas de insuficiencia cardíaca en pacientes con disminución de la función ventricular izquierda.
3) Mejoría de los niveles lipídicos: La RC multifactorial que incluye entrenamiento físico, educación y dieta, produce una mejoría del perfil lípidico. La actividad física moderada o intensa, baja el nivel de triglicéridos y eleva el nivel del colesterol de las HDL; este efecto no se produce cuando se usa aisladamente y en baja intensidad. Por lo que es importante asociar a la actividad física a adecuado control nutricional y terapia farmacológica cuando sea necesario.
4) Abandono del hábito de fumar: La RC multifactorial con un buen componente educacional, reduce la incidencia de tabaquismo. Del 16 al 26% de los pacientes en RC, dejan de fumar.
5) Mejoría del bienestar psicosocial y reducción del estrés: Educación, consejos, y o intervenciones psicosociales, como un componente de la RC multifactorial dan como resultado una mejoría del bienestar psicológico y una mejor adaptación social. También se reduce el estrés emocional.
6) Reducción de la mortalidad: Estudios metanalíticos de trabajos de investigación controlados, en pacientes en periodos post-eventos cardíacos, tratados con RC, mostraron reducción de la mortalidad hasta del 40%, en seguimiento a tres años.
¿Tengo una enfermedad cardiovascular?
No existe ningún síntoma particular que identifique de forma inequívoca una enfermedad del corazón, pero algunos signos sugieren esta posibilidad, y la asociación de varios permite establecer un diagnóstico casi exacto. A veces las cardiopatías, aun cuando son graves, pueden ser asintomáticas hasta alcanzar un estado muy avanzado.
Sin embargo, ante los siguientes síntomas, lo recomendable es acudir al médico especialista para una evaluación general de la función cardíaca: dolor en el pecho, disnea (sensación de falta de aire), fatiga, palpitaciones (sensación de latidos lentos, rápidos o irregulares), aturdimiento, desmayos e hinchazón de las piernas, tobillos y pies.
Ahora bien, el dolor de pecho también podría presentarse debido a un trastorno respiratorio o digestivo y no a una enfermedad del corazón.
Los síntomas de enfermedades de los vasos sanguíneos periféricos varían en función de la localización de los mismos; entre ellos se cuenta dolor, ahogo, calambres musculares, fatiga muscular, hinchazón, hormigueo y cambios en el color de la piel de la parte del cuerpo afectada.