Ando analizando el Imperio

Es un decir en los círculos técnicos del gobierno de Maduro y del finado, que la economía norteamericana, es decir, USA se hunde irremediablemente.
En los desmanes oníricos, en los arranques esquizofrénicos de los ministros del gabinete económico criollo se repite vanamente que Venezuela se convertirá, primero en el centro de la economía y la integración centroamericana, de allí pasaríamos a ser los promotores de la integración suramericana, que Mercosur sería un terreno fértil donde crecerían los frutos de nuestro desarrollo, liquidando de paso a la Comunidad Andina de Naciones considerada como una entropía, un obstáculo a nuestro salto histórico al desarrollo total.
Una vez dominado el comercio suramericano, donde Brasil y Argentina se convertirían simplemente en mercados, en nichos nuestros, arrancaríamos, nosotros siempre encabezando, en el medio, dirigiendo, la integración latinoamericana, todo el continente excepto Estados Unidos y Canadá, ya conquistados todos esos mercados pasaríamos al ejercicio de la multipolaridad universal donde destacarían tres polos fundamentales.
Los norteamericanos (USA y Canadá), los europeos y el resto del mundo con Venezuela a la cabeza. Estas locuras, estos atrevimientos, estos anuncios irresponsables y dementes, fueron pronunciadas por el Finado y su compinche Giordani y repetidos mil veces a los cuatro vientos. La realidad terrible, de no tener siquiera papel para limpiarse…lo que haya que limpiarse… le dio un amargo desmentido a estos orates, a estos locos de remate.
Y la economía yankee crece y crece. Se estima que para el 2015 EEUU se convertirá en exportador, léase bien, en exportador de hidrocarburos. Mientras que el presupuesto de Pdvsa se convierte en sal y agua, es dilapidado, robado, expoliado, despilfarrado en aventuras de todo tipo: haciendo plazas, sembrando tomates, haciendo escuelas es Bolivia, cuarteles en Ecuador, hospitales en Honduras, en fin haciendo todo lo que no debía.
Algo peor aún, los organismos internacionales estiman que unos 50.000 profesionales han abandonado Venezuela por razones políticas, económicas, sociales y se han instalado exitosamente en el mundo. Basta un botón para muestra, los venezolanos están produciendo unos 400.000 barriles diarios de petróleo en Colombia, partieron de cero y en pocos años han alcanzado un éxito sin precedente, mientras la empresa que los educo, los formo, le dio experiencia, PDVSA en ese mismo lapso, en lugar de aumentar la producción lo que ha hecho es disminuirla.
Bueno, 50.000 profesionales a un costo promedio de 40.000 US$, significa un desangre de por lo menos dos mil millones de dólares que la torpeza, la venganza, el odio acumulado, la estupidez de nuestros gobernantes se ha convertido en una transferencia de recursos humanos totalmente gratuita al resto del mundo. En la actualidad el Senado Norteamericano estudia una reforma legal que le permitiría a cualquier ciudadano del sector STEM (Sciencie, Technology, Engineering and Mathmatics) que alcance tercer o cuarto nivel de estudios en ese país, lograr de inmediato permiso de trabajo, la famosa Green Card.
Es decir, los estadounidenses están desarrollando una atrevida política de fuga de cerebros a su favor que en Venezuela se convertirá seguramente en un desmembramiento doloroso de nuestros mejores recursos. Quedaremos al final como Cuba el país con una de las tasas más bajas de patentes científicas y donde ingenieros y profesores universitarios prefieren abiertamente un trabajo de chofer a uno de ingeniero jefe de las pocas y viajas plantas de procesamiento de caña de azúcar. Por cierto, en mi condición de profesor universitario debo lamentar el ataque desmedido del gobierno contra las universidades autónomas y el depauperamiento continuado y dirigido contra su personal docente.
Permítanme decirles que un profesor con postgrado y 8 años de experiencia, en la categoría de asistente a tiempo completo percibe unos 4.000 bolívares mensuales de salario, un obrero sin calificación o un vigilante con 6to grado, recibe según el contrato de la construcción un salario inicial 6.000 bolívares. Es obvio, evidente, hacia donde nos está conduciendo esta caricatura de gobierno cuya esencia, cuyo espíritu, cuya verdadera alma fue dibujada magistralmente por el Rasputín de La Hojilla en su comentado discurso de rendición de cuentas al G2 cubano.