Sr. Maduro quisiera contarle algo:

Desconozco si usted sabrá que significa la UCLA, pero estoy segura que no se imagina lo importante que es.
Para usted y para todo su gabinete ejecutivo no es más que una universidad del interior del país, para algunos representa su Alma Mater, para otros lo es todo.
Le explico ahora, que significa para mí que sólo represento un granito de arena de ella; una persona de una gran población, soy hija de una secretaria de la UCLA (Maritza Dorante). Fíjese no le está hablando una burgués, ni una capitalista, ni una niña de papi y mami.
Mi madre entregó su vida a su trabajo y luchó por mantener a tres hijas solas y sacarlas adelante, lo cual hizo muy bien ese papel, gracias a Dios y a la UCLA, yo tenía que comer en mi casa, con el cargo que tenía mi mamá. Gozamos de excelentes beneficios, tiempo después mis hermanas crecieron y pudieron trabajar allí, una de ellas en la Biblioteca (Ileana Mendoza Dorante) y la otra como recepcionista (Ybelisse Mendoza) está última fue creciendo y estudiando, graduada de Analista de Sistemas y hoy trabaja en el Laboratorio de Postgrado, las dos son madres de familia y la primera es una madre que le tocó sacar adelante a su hijo sola, gracias a Dios y a la UCLA lo pudo mantener, en los actuales momentos que vivimos, tiene que trabajar los fines de semana para ayudarse a mantenerlo sus estudios superiores, esto gracias a la revolución y a usted.
Le cuento: cuando mi mamá me llevaba a su oficina, ¿sabe cuál era mi sueño, señor Maduro? ¿Sabe qué hacía mientras mi mamá trabajaba? Jugaba a que yo estudiaba en la Universidad, con el tiempo ese sueño se hizo realidad, hoy tengo el orgullo de decir que mis dos títulos universitarios son de la UCLA, no se imagina con cuanto orgullo los llevo. También gracias a mis conocimientos y mi aprendizajes hoy tengo unas horas en las que doy clases allí, ahora me toca el papel de enseñar a los futuros profesionales, es una de las experiencias más bellas que se puede tener, ser Docente, más que por un sueldo lo hago porque me gusta, porque si fuera por un sueldo tenga la plena seguridad que no podría trabajar allí, por que señor Maduro nadie vive con el sueldo de la UCLA.
Usted no es universitario, seguramente ni se imagina cuán es importante es cada persona que allí labora, desde los obreros hasta los profesores todos ellos se merecen un salario justo, cada uno de ellos tiene familia que mantener, cada uno de ellos sale a la calle a trabajar por amor a la UCLA y por mantener a su familia. Me uno a la lucha por un salario justo para la UCLA, quier volver a escuchar lo que tanto escuchaba cuando era niña y jugaba en los pasillos de la Universidad, trabajar en la UCLA es lo máximo, ser profesor en la UCLA es lo mejor, por lo tanto los trabajadores de la UCLA merecen tener excelentes beneficios y mejores sueldos. Señor Maduro, no se olvide de la UCLA.
¡Viva la UCLA!