Lectura – La danza

La danza está íntimamente relacionada con la música. Sin música no hay baile, lo que, por deducción presumimos, que la danza ha debido surgir conjuntamente con la música. Las tragedias griegas además de la voz contaban con instrumentos de la época para las ejecuciones musicales, al ritmo de los cuales los danzarines ejercitaban sus movimientos. El fundamento captado por la facultad del lenguaje, en ese inexplicable proceso activo del psiquismo cuando se danza, fue «el movimiento».
El individuo se mueve instintivamente sin que tenga que razonar ni pensar acerca de él. Entonces comprendió que las cosas como los animales se movían, reflexionando comparativamente, se dio cuenta de sus propios movimientos y los aplicó al modo de moverse para seguir acompasadamente el desenvolvimiento de la voz y de los instrumentos en las ejecusiones musicales o cantos. La música es métrica y la métrica de la música fue aplicada métricamente a los pasos demandados por la movilidad de la danza. Se sigue, pues, el discurso lineal, armónico y rítmico de la ejecusión musical en el desplazamiento de los pasos en el plano de sustentación del piso. Esto es la coreografía.
La danza, como las otras partes comentadas es un sistema, un sistema codificado.
En los comentarios anteriores acerca de la lengua y de la música nos hemos referido al código y es necesario explicarlo: Código es un conjunto de reglas que permiten atribuir significado a los elementos del mensaje y a la totalidad de ellos. Ese conjunto de reglas es, en cada caso, un programa. La lengua, la música, la danza como cualquier otra organización de elementos conformados y regidos por el lenguaje son sistemas. Como se sabe, un sistema consta de un conjunto de elementos que inter actúan entre sí. Es con los sistemas codificados como el ser humano ha conseguido elaborar mensajes.
La danza es revelación porque manifiesta la voluntad que desde el inconsciente, registro psíquico desde el cual operan la actividades no conscientes del cerebro.
El lenguaje es pues un producto de ese registro psíquico como el pensamiento y como la memoria. La danza como la música y la lengua no deben confundirse con el lenguaje. El lenguaje como facultad carece, por sí solo, de una propiedad expresiva. El lenguaje solamente se manifiesta por medio de los sistemas que consigue organizar a partir de elementos foráneos, pero que pueden ser observados por los órganos de la visión y los órganos de la audición. Tal son los casos de la lengua, la música, la danza, los sistemas comentados, que fueron formados los dos primeros a partir del sonido que es una cualidad humana auditiva; y el último, la danza, que se percibe por la cualidad visual del movimiento.
De modo que la danza como la música y la lengua son sistemas para producir mensajes, los mensajes de la danza se producen por la actividad conjunta y expresiva de las posiciones de los pies, los brazos, las manos, el rostro, la cabeza; de los desplazamientos, de las piruetas, de los saltos, etc. Los mensajes son propiamente estéticos y su incomprensión es limitada porque las artes, al contrario de la lengua que se usa desde la más temprana infancia, no se enseñan ni se divulgan de modo continuo como la lengua. El conocimiento propiamente estético exige para su comprensión y aceptación de màs dedicaciòn.
La danza, pues, es otro sistema de ese conjunto de partes que comprenden la unidad del lenguaje.