El gran objetivo de los Guaros de Lara, mucho antes de iniciarse la temporada 2013 de la Liga Profesional de Baloncesto, era darle vuelta a la imagen de equipo perdedor que le acompañó durante las últimas dos campañas y, con ello, meterse de nuevo en la emoción de los playoffs.
A pesar de esfuerzos importantes, en una temporada muy accidentada, no se logró esa meta y, por ello, desde ya, la posición a asumir es: la tarea sigue pendiente.
Jorge Hernández, en el calor de una campaña extendida a 54 partidos, acontecida desde su propia asamblea previa en Aruba y luego complicada en lo gerencial por el fallecimiento del presidente del circuito, Rufos Jhon, inició como vicepresidente y pasó a ser el mandamás del circuito en una etapa de transición.
La apuesta de traer al dominicano Jack Michael Martínez, otrora figura en Cocodrilos de Caracas, contratar a un técnico con bagaje NBA y FIBA como el estadounidense Scott Fields y agregar a un lanzador perimetral probado como Rafael Guevara, lucía imponente y por eso se atrevió a decir que deseaba “siete títulos” e iniciar una era ganadora para una franquicia que fue finalista en 2005 y 2006 y semifinalista en 2009.
Sin embargo, las lesiones de Deivis Añanguren, Kervin Bracho y René Farías, la tardía incorporación de Pablo Machado por desacuerdos contractuales, la ausencia de socios más productivos para Martínez y Heissler Guillent -hasta el arribo de Gerardo Suero- y la inconsistencia de los importados, amén de un arranque incierto por parte de Fields (7-10), dieron al traste desde temprano con esa pretensión.
A diferencia de 2012, cuando Guaros intentó venir de atrás en otro año de muchos acontencimientos extradeportivos y se le hizo tarde, esta vez el pase dependía de ellos mismos (25-29). Lo tuvieron en sus manos, pero la tarea quedó inconclusa con un cierre en el que había jugar mejor en la carretera ante rivales directos y el saldo fue de 1-4, lo cual aprovechó Trotamundos de Carabobo (26-28) para resucitar.
Un equipo que jugó para 7-20 en la carretera, ganó cuatro series particulares pero perdió cinco (incluida una contra Toros de Aragua), permitió 88.0 puntos por encuentro como visitante y en casa perdió nueve de 27 encuentros, no podía aspirar a demasiado. Esto a pesar de que Jack Martínez fue líder en rebotes (12.7), cuarto en puntos (19.4), sexto en bloqueos (0.8) y octavo en asistencias (2.9).
Heissler Guillent fue cuarto en bolas ganadas (3.3), sexto en tiros libres (82%), séptimo en asistencias (4.0) y octavo en cestas dobles (56%). Rafael Guevara, fiel a su estilo, fue quinto en triples (39%). Jugadores del banco como Edgar Lugo y José Martínez hicieron su parte, mientras que Pablo Machado, una vez recuperó el tiempo en el que no pudo entrenar, se ganó la titularidad.
La eliminación constituye la sexta en 11 campañas para la franquicia, que se unió a la liga en 2003 y quedó fuera en las ediciones 2003, 2004, 2008, 2011, 2012 y 2013. La racha de tres torneos sin playoffs es la peor en la historia del equipo, que fue subcampeón en 2005 y 2006, semifinalista en 2009 y participante en tercios de final en 2007 y 2010.
Estudiar la continuidad del cuerpo técnico, la estructura criolla y, de allí, planificar la contratación de la importación, son pasos lógicos.
Opciones atractivas en el mercado y oportunidades de negocio con otros equipos en reconstrucción, hay para analizar. La renovación del dominicano Jack Martínez es más que probable. Amanecerá y veremos.
Foto: Luis Salazar/Archivo
