Al menos 25 años de privativa de libertad pudieran dictarle a Williams Antonio Colmenárez Linares, de 36 años, conocido como “El Monstruo de Don Flores”. El mismo que asesinó a su pareja el pasado 9 de mayo y luego la descuartizó dentro de su vivienda en Quíbor.
A juicio de un abogado penalista, quien prefirió resguardar su identidad, todo dependería del estado legal en que estuviese la pareja, pues si estaban casados y según los agravantes del artículo 408 del Código Penal, le aplicaría de 20 a 30 años, los cuales pudieran reducirse hasta un tercio de la pena si admite los hechos, de acuerdo al artículo 375 del Código Orgánico Procesal Penal. “El procedimiento sería por homicidio intencional mas no por lo que hizo con el cadáver ya que el delito es el mismo”.
Para el especialista, el proceso sería ordinario. “Ahora se espera la audiencia preliminar y las pruebas acusatorias que presenten los representantes de la Fiscalía del Ministerio Público”.
Desde ahora corren dos años para que el juez encargado del caso dicte la sentencia, pues el abogado penal, aseguró que generalmente los procedimientos no se llevan a cabo como lo establece la ley, por diversas razones. “Eso es legal y se difieren las audiencias pero sigue privado de libertad. Colmenárez Linares no tendría problemas en admitir los hechos pero eso no quiere decir que sea cupable”.
Por su parte, la sicóloga María Luisa Alvarado, califica a “El Monstruo de Don Flores”, como un psicópata, puesto que tiene características similares: “No está loco pero presenta este transtorno sicológico de personalidad; por más inteligente que sea, al final el crimen se descubre porque no hay uno perfecto. Él no quería descuartizarla pero no encontraba qué hacer después con el cadáver”, citó para ejemplificar el caso del doctor Edmundo Chirinos pero que a diferencia de él, sí cortó el cuerpo en partes.
Para ella, probablemente no influyeron los libros de magia negra y las películas de terror que solía ver, sino que es un medio disfuncional. “La pareja tenía unidad patológica, no quiere decir que porque murió, no tiene la culpa de nada. Según lo que he leído, los vecinos dijeron que ellos se agredían, lo cual no justifica lo que hizo Colmenárez”.
La sicóloga insiste en que hay que profundizar la evaluación e investigar otros elementos orgánicos. Ella piensa que Williams Antonio no programó el hecho sino que fue consecuencia de lo que habían vivido anteriormente. “Son relaciones dependientes; no hay un agresor solo. Existe un triángulo de perseguidor, víctima y salvador, en el cual incluye a la familia y a medida que avance la investigación, los tres sujetos cambiarán de posición”.
Habría que estudiar también la infancia y vida de la pareja, al igual que su relación íntima y los diferentes escenarios.
Custodia del niño será en otro juicio
El niño de año y medio, nacido de la unión de Yennifer y Williams, “quedó traumatizado para siempre. Queda grabado en el inconciente y lo manifestará en sueños, niveles de ansiedad como transtornos en la escuela, igualmente pudiera volverse agresivo o hiperactivo porque ya existía el apego a la madre”, dijo Alvarado, quien recomendó una asistencia sicológica urgente, no sólo para el menor sino para todos los familiares.
Mientras tanto, el jurista aseveró que la custodia del menor se definiría en un juicio aparte. “El papá está inhabilitado y la pugna sería entre las dos familias por tribunales de protección en niños y adolescentes, ya que la responsabilidad penal es individual por lo que no afectaría a la familia del homicida”.
A pesar de ello, recordó que generalmentre la familia materna es quien queda al cuidado de los menores, sin embargo, los otros familiares pudieran verlo en algunas oportunidades.