Se pretendió desarrollar una economía sin fundamentos sólidos y basada básicamente en el gasto público y en un nivel de importaciones astronómicas
El proyecto político, económico y social de Hugo Chávez han desembocado en consecuencias tangibles, sostiene el Dr. Orlando Zamora, quien ha hecho un profundo análisis de los últimos diez años de poder del extinto presidente de la República, plasmado en su libro “Concentración de poder: revés del sueño protagónico”, que acaba de publicar.
Ese proceso de concentración lo denomina el fin del “modelo protagónico”, porque la palabra agónico cabe en protagónico: un sueño que ya desapareció porque se basó en un supuesto errado, que era concentrar poder.
Cuando examinamos las consecuencias fundamentales nos encontramos con las siguientes:
-Profundización del modelo productivo petrolero rentista.
-Crisis estructural en el campo de la energía eléctrica.
-Crisis en el manejo centralizado de las finanzas públicas.
-Segmentación presupuestaria, que ha tenido menos control y efecto nefasto en la economía.
-Crisis cíclica sobre el valor del signo monetario. El dólar, una crisis cambiaria con alta inflación, fuga permanente de divisas, calculadas en 131 mil 538 millones, expresan el agotamiento final del esquema de cambio controlado.
-Mayor dependencia de las importaciones.
-Destrucción del aparato productivo interno y subutilización de la capacidad instalada en las empresas activas.
-Hiperestrofia del aparato gubernamental. Nos referimos a 35 ministerios, 2 millones 6 mil empleados, 600 mil puestos indirectos (vía misiones u otras formas de incorporación,de mano de obra contratada).
-Los controles de precios y costos desestimulan la inversión y reducen la capacidad productiva empresarial.
-Mayor propensión al desarrollo de la economía informal, que es del 46 por ciento o, en otras palabras, de 7 millones de personas que se ocupan de vender bienes producidos en el exterior, básicamente en China. Los buhoneros distribuyen bienes que provienen de importaciones, porque la productividad interna es muy limitada.
-Limitaciones en las fuentes de financiamiento provenientes del exterior, debido al descomunal endeudamiento que se ha acumulado.
-Aumento de la inseguridad social jurídica relativa a la propiedad privada.
-Algunas políticas adoptadas por el Ejecutivo Nacional de un tránsito improvisado al socialismo, motivan el cierre de algunas delegaciones diplomáticas. Casos relevantes, el retiro de cuatro embajadas. Éstas funcionan cuando son rentables, que hacen intercambios.
-Infraestructura vial y de transporte insuficiente y mal preservada. Abandono por diez años de los programas de construcción masiva de vías, autopistas, puentes.
-La no concertación social y reconciliación plena entre los ciudadanos de la república y sus gobernantes, entre el Ejecutivo y los jefes regionales, incluso locales.
-La personalización del manejo de los complejos problemas del Estado. En esencia no se toman en cuenta los problemas estructurales, sociales y económicos. Y la visión de los asuntos económicos en el largo plazo.
-La centralización de puertos y aeropuertos en manos del Ejecutivo Nacional. La Bolivariana de Puertos ha tenido impactos adversos concretos.
-La asunción por parte del Estado, cada vez con mayor riesgo, de los canales de distribución de alimentos en escala nacional, reemplazando a miles de ciudadanos motivados por la libre iniciativa, que tradicionalmente se han ocupado de ello.
-La regulación invasiva y la excesiva reglamentación económica y financiera inhiben a la creatividad e inversión de emprendedores y grandes inversionistas.
-El ambivalente destino de conglomerados de empresas de Guayana, cada vez más costosas y, al mismo tiempo, más improductivas.
-El gigantesco endeudamiento interno y externo cifrado en 213 mil millones de dólares, tanto en bolívares como en dólares.
Proceso de ensayo
Ante ese cúmulo de consecuencias vitales de este proceso de ensayo de una economía centralizada, de planificación central, ¿se puede hacer comparaciones con otras experiencias habidas en el ámbito marxista-leninista o socialista?
-Se estudiaron las experiencias de varios países, como Rusia, Alemania Oriental y Cuba, tomando sólo los factores económicos, para demostrar todo lo concerniente a la centralización. Es muy explícito el caso de la desaparecida Unión Soviética. Fracasa porque centralizó en unas corporaciones nacionales todo lo que tenía que ver con calcular la materia prima necesaria.
Por ejemplo, los tornillos. Millones de tamaños de ese rubro en una sola oficina. Las empresas eran insuficientes. Pedían más materia prima de la que necesitaban. Al final le mentían a esos organismos centrales. El sistema se vino abajo y eso ocurrió porque no había un mercado, el cual lo hacemos todos. Es esa compleja red de precios, que se relacionan entre si.
No podemos aceptar unos precios sin incidir en el resto de los precios, indica. Por eso, toda economía necesita de un equilibrio, una cierta libertad para actuar, lo que no significa que no existan controles. Midamos la insuficiencia y la ineficiencia de recursos, la inexistencia de un mercado. Igual ocurrió en Cuba.
En tiempo récord los cubanos acabaron con las empresas pequeñas, incluso hasta con los kioskos de periódicos. Los millones de cubanos tenían menos capacidad productiva, porque habían destruido el aparato productivo, señaló el especialista.
El Estado trata de construir un aparato que reemplace el aparato anterior; pero, es ineficiente, burocrático, improductivo, sin tener conocimiento sobre cuáles eran las necesidades del pueblo, que es lo que controla los mercados.
Éstos reflejan las inclinaciones de la demanda de la gente y reproducen y multiplican capacidades de producción.Todos esos modelos fracasaron por la ausencia de mercado.
Las consecuencias, en gran parte, son muy parecidas a los de esos países, manifiesta. En Venezuela Corpoelec le debe dinero a Pdvsa, igual que las empresas de Guayana. Para pagar la nómina de los jubilados, Bandes tiene que sacar fondos. Pdvsa, a su vez, reclama que Bandes es la que absorbe los recursos y por eso ese banco le dio una asistencia. Hay una especie de interdependencia, de factores de producción, que comienzan a entrabar la economía.
Fracasó la economía planificada
El Dr. Orlando Zamora, dentro de su análisis, señala un caso de la improvisación del Gobierno nacional: Guayana, que es un modelo de ciudad con empresas que todos conocemos, comienza a tener problemas porque se triplican las nóminas de manera improductiva, los costos de producción se elevan, la gerencia de alguna manera fracasa por la colocación de personas que no tenían conocimiento.
La concentración del poder es el fin y también la razón del fin del periplo político de construir un ilusorio y falaz poder social protagónico en Venezuela, observa. Ese es el esquema que está en la portada del libro, en la cual aparece el Banco Central de Venezuela y una persona con un machete. Fue finalizando en el año 2004, cuando un grupo de personas solicitan al BCV que le den un millardo de dólares de la reserva para invertirlo en la actividad agrícola. Los dirigentes agrarios, proclives al oficialismo, en aquel momento decían que con esa cantidad de dinero iba a aumentar la producción y bajar la inflación. ¿Qué ocurrió siete años después? Ya no era un millardito sino 44 millardos.
De esta forma 44 mil millones de dólares salieron de la reserva del BCV, debilitando a esta institución en el sentido de que hoy tiene poco efectivo, alrededor de 4 mil millones de dólares; pero, posee 19 mil millones de dólares en oro. Pero, éste mineral no sirve para estabilizar el mercado cambiario interno. No se puede vender oro para administrar y suplir divisas.
Todos los errores del pasado han encontrado la oportunidad de expresarse en 2012 y 2013.
En su libro “Concentración de poder: revés del sueño protagónico”, que es una radiografía político-económica de toda la gestión del cambio, analiza las promesas, la obra y, lo más importante, las consecuencias de este proceso.
Parte de una hipótesis central: el propósito último que tuvieron los que guiaron este proyecto fue concentrar los medios de producción, activos, fábricas, servicios, fincas y predios campesinos.
El objetivo fue llevar a cabo una economía de planificación centralizada.
Demuestra que esa hipótesis, que el propósito que se buscó, también se convierte en la causa de la derrota del esquema propuesto.
Porque al concentrar más de 2 mil empresas, alrededor de 35 ministerios más de tres millones de trabajadores directos e indirectos, al agudizar los procesos de concentración, de supervisión y control a través de siete superintendencias nacionales mediante un proyecto nacional sin un contenido cuidadoso de objetivos, metas y propuestas, se llegó a un grave desequilibrio, que recoge lo que está aconteciendo en el presente.
Después de una etapa de ensayo, pretender desarrollar una economía sin fundamentos sólidos, sino basada básicamente en el gasto público y en un nivel de importaciones astronómicas, podemos tener una explicación de lo que está viviendo el país a partir del año 2012-2013, que es el quiebre definitivo de una manera de pensar, de ideal un país irrealizable, porque era utópico. Era un país donde los niveles de gerencia no funcionaron. Las evidencias son la cantidad de empresas improductivas.
Divisas
Las importaciones estaban ubicadas en 13.953 millones de dólares en 1998 y para el 2009 se habían montado en 48 mil 95 mil dólares.
Las importaciones del sector público, de 1.641 millones en 1998, brincaron a 9 mil 291 millones en el 2009.
Ya para fechas más recientes, estaban sobre los 16 mil millones, comenta Zamora. En el libro explico por qué no hay dólares. Por la centralización del sistema cambiario. Antes PDVSA le vendía los dólares al BCV, que los centralizaba, pero le daba preferencias a las necesidades del sector privado y al público en general. Cuando cambia la legislación, la del BCV en el 2005 y las regulaciones cambiarias, se produjo la centralización de las divisas. PDVSA comienza a apropiarse del 60 por ciento de las divisas y se las transfiere a Fonden o al Ejecutivo. Pero, al BCV que se quedaba con el 40 por ciento, se le tomaron más de 44 mil millones en ese período de 7 u 8 millones. Luego los ingresos de divisas provenientes del Fondo Chino también se centralizaban por el Bandes y pasaban al Ejecutivo. Toda la administración de las divisas del Fonden, alimentada por PDVSA y BCV, también fueron a dar al Ejecutivo. La gran conclusión es que más del 70 por ciento de todas las divisas que ingresaron durante esos años quedaron en manos del Ejecutivo y le dio preferencia al aumento de las importaciones, las cuales crecieron más de diez veces, tanto para la adquisición de alimentos como elementos del Estado, defensa, militares, infraestructura, apoyo internacional. Pero, más por la actividad de PDVSA desarrollada en el exterior.
Perfil
Orlando José Zamora Romero, caraqueño, es considerado como uno de los analistas financieros de mayor experiencia en el país y como tal es consultado por interesados en la materia.
Es licenciado en administración, egresado de la Universidad Central de Venezuela.
Realizó en esa misma casa de estudios una maestría de economía internacional.
En España y México efectuó estudios de Banca y Banca Central, que le permitieron ingresar en el Banco Central de Venezuela (BCV), donde laboró durante 26 años, ocupando diferentes cargos, el último de los cuales fue el de
jefe de la División de Riesgo Cambiario.
Se ha desempeñado como profesor de Banca y Finanzas en institutos universitarios.
Trabaja como analista financiero independiente en Caracas.