El gobierno colombiano y las FARC, la guerrilla más grande de la nación sudamericana, anunciaron el domingo un acuerdo en el primer punto de una agenda de negociaciones, un paso histórico que podría llevarlos finalmente a desactivar un conflicto de 50 años.
El presidente colombiano Juan Manuel Santos en Bogotá saludó en su cuenta de Twitter el anuncio realizado por las delegaciones en la capital cubana.
«Celebramos, de veras, este paso fundamental en La Habana hacia un pleno acuerdo para poner fin a medio siglo de conflicto», dijo el mandatario vía Twiiter. «Continuaremos con el proceso con prudencia y responsabilidad», agregó.
Tras seis meses de conversaciones, las autoridades y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) resolvieron de una de las grandes manzanas de la discordia en el conflicto armado: el problema agrario; aunque posteriormente se especificó que no todos los aspectos tuvieron un acuerdo total de las partes y serán revisados.
«El convenio será inicio de una transformación radical del campo», dijo un comunicado conjunto de ambas delegaciones leído por el diplomático cubano Carlos Fernández de Cossío quien estuvo acompañado del representante gubernamental colombiano Humberto de la Calle y del comandante guerrillero Iván Márquez, un alias de Luciano Marín Arango.
Aunque no se ofrecieron detalles del texto firmado, el comunicado conjunto hizo alusión a algunos de los elementos tratados por el acuerdo como el acceso a la tierra, la formalización de las propiedades, las zonas de reserva y la infraestructura para desarrollar el campo.
Algunos aspectos de este primer punto, sin embargo, no habrían tenido el visto bueno total como lo dejó translucir el propio Márquez en una declaración leída a periodistas congregados en el Palacio de las Convenciones, sede de las conversaciones y posterior al comunicado conjunto.
«Hemos avanzado en la construcción de un acuerdo con salvedades puntuales que necesariamente deberán ser retomadas antes de la concreción de un acuerdo final», dijo Márquez.
Un alto funcionario involucrado en las conversaciones dijo a la AP que los últimos puntos de desacuerdo sobre la reforma de la tierra giran en torno a por ejemplo una demanda rebelde para limitar el tamaño de las propiedades extranjeras, entre otras cosas.
Según el funcionario estas cuestiones pendientes serán reexaminados mientras las partes discuten otros temas, que no se espera sean tan conflictivas como este primer punto. La fuente habló a condición de anonimato porque no estaba autorizado a realizar comentarios sobre las conversaciones que se desarrollan a puertas cerradas.
Por su parte, De la Calle a nombre de la delegación que representa al presidente Juan Manuel Santos también se dirigió a los periodistas.
«Hoy tenemos una oportunidad real de alcanzar la paz mediante el diálogo, apoyar este proceso es creer en Colombia», dijo en una declaración. «Puedo afirmar con certeza que lo acordado en el tema agrario permite transformar de forma radical la realidad rural», agregó.
Ni las FARC ni la delegación oficial contestaron preguntas. Tras un breve receso, la delegación del gobierno y la guerrilla volverán a la mesa el 11 de junio.
Foto: Reuters