El Bayern regresó este domingo a Múnich con el trofeo de la Liga de Campeones en sus manos, pero la celebración del mismo tendrá que esperar, ya que el club no quiere distracciones antes de la final de la Copa de Alemania, el 1 de junio.
El capitán Philipp Lahm y el entrenador Jupp Heynckes, llevando la «Henkelpott» (sobrenombre que se le da a este trofeo en alemán), fueron los primeros en descender del avión de la compañía Lufthansa que llevó a los bávaros de Londres a Múnich.
El sábado en Wembley, un gol del holandés Arjen Robben justo al final había dado el triunfo por 2-1 sobre el también Borussia Dortmund en la final.
«Ahora vamos a saborear esto», declaró Lahm a los periodistas, en una jornada marcada por el frío, la lluvia y el viento en el aeropuerto muniqués.
«Tenemos todavía un día libre y luego vamos a prepararnos bien para la final de la Copa de Alemania, queremos conseguir el triplete, eso seguro», añadió.
El Bayern se enfrenta al Stuttgart en el sábado 1 de junio en la final de la Copa alemana, en el estadio Olímpico de Berlín.
ntes de la final, ya había anunciado que no iba a programar ninguna celebración en caso de victoria sobre el Borussia, para no distraer a los jugadores del reto histórico de conseguir el ‘triplete’.
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