Millones de litros de agua procedentes de la represa Los Quediches, destinados a abastecer varios sectores de Carora, siguen perdiéndose diariamente a causa de una nueva filtración detectada el jueves por técnicos de Hidrolara.
Como informó EL IMPULSO, la misma fue ubicada en las inmediaciones de la entrada a la agropecuaria San José, donde, de acuerdo al ingeniero Jesús Camacaro, jefe operativo de la hidrológica en el municipio Torres, estarían perdiéndose más de 70 litros por segundo.
El orificio que presenta la vieja tubería de 42 pulgadas amerita un trabajo grande por lo cual este fin de semana se ha procedido en lo que respecta a la logística y la próxima se hará la eliminación que, irremediablemente, requerirá de una parada en el suministro del vital líquido a Carora.
Hasta este viernes no se había precisado el día en el cual será suspendido el suministro desde Los Quediches.
La suspensión afectará a los residentes en sectores de las redes media y baja como la Romana, Campanero, Carorita, El Torrellas, Barrio Nuevo, Zona Industrial, calle Lídice, Lito Arenas, Pueblo Aparte, Santo Domingo, La Represa, urbanizaciones Francisco Torres, El. Stadium, Francisco de Miranda, 14 de Febrero, Paso Real y Nazareth, así como la calle Cumaná.
Mientras se adelantan los trabajos Hidrolara atenderá a los afectados con camiones cisternas.
En varias oportunidades se ha insistido en la necesidad de sustituir la vieja tubería que tiene más de 40 años en servicio por lo que constantemente presenta filtraciones entre el embalse y la carretera Lara-Zulia, pero se trata de una obra que debe ser adelantada por el Ministerio del Ambiente, organismo que hasta ahora no se ha pronunciado al respecto.
El ingeniero Camacaro aseguró que “se está haciendo todo lo posible para realizar una buena distribución de agua con la cantidad de litros que estamos recibiendo en Carora (180 litros por segundo), y pondremos todo nuestro esfuerzo en reparar de forma eficaz cada una de las filtraciones que sean encontradas”.
Pésima vialidad
Durante la visita de los periodistas de EL IMPULSO a la zona de Los Quediches se pudo constastar lo que han venido denunciando los habitantes o productores agropecuarios sobre el pésimo estado de la vía que les comunica con la Lara-Zulia.
“Esto está convertido en un verdadero desastre. Ya los carros no pueden pasar y los dueños de camiones que transportan la leche u otros productos desde las fincas no ganan para repararlos”, dijo Reny Navas, un mototaxista.
Además de los daños que provocan las numerosas filtraciones en el tubo matriz, también las lluvias y la falta de mantenimiento han llevado a tan importante vía al estado en que se encuentra.
Caseríos como Los Aceitunos, La Cordera y otros de la zona temen quedar incomunicados tan pronto se incremente la temporada de invierno pues ni la Alcaldía de Torres ni la Gobernación y mucho menos el MTT han hecho algo para recuperarlas.
“Y como por ahora no hay más elecciones ya ni promesas recibimos por parte de los políticos”, dijo Navas.
Estudiantes sin transporte
Una verdadera odisea deben vivir diariamente los niños y adolescentes de la zona de Los Quediches, suroeste del municipio Torres, para asistir a clases de educación media.
Se trata de un considerable número de jóvenes que cursan estudios en el liceo de Burere y algunos en Carora, quienes deben salir de madrugada de caseríos como Los Aceitunos y La Cordera para tratar de llegar a tiempo a sus clases.
El retorno a sus casas tampoco es nada fácil pues deben depender de colas en cualquier tipo de vehículo cuyo conductor se digne a trasladarlos o en último caso recurrir a los mototaxistas.
En varias oportunidades padres y representantes se han dirigido a la alcaldía de Torres exigiendo la dotación de una unidad autobusera que les preste el servicio de transporte pero hasta ahora ningún alcalde se ha condolido de esos muchachos campesinos cuyos deseos de superarse les obliga a hacer el diario sacrificio.
La situación se torna más difícil cuando llueve pues no pueden llegar hasta Burere o Carora, perdiendo clases, o si asisten a las mismas y les sorprende la lluvia deben esperar horas para retornar a sus hogares llenando de preocupación a sus padres.