La estadounidense Schlumberger abrió una línea de crédito revolvente de al menos 1.000 millones de dólares para la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), dándole oxígeno para lidiar con las millonarias deudas que tiene con proveedores que han contribuido a la declinación de su producción de crudo.
PDVSA y Schlumberger, el mayor proveedor de servicios petroleros a nivel mundial, conformaron además una empresa mixta para la prestación de servicios especializados en el país miembro de la OPEP.
«Es un mecanismo donde la propia empresa le da un crédito a las operaciones aquí en el país para que no se paren (…) Vamos a tener permanentemente un crédito que hasta este momento empieza en 1.000 millones de dólares para mantener e incrementar nuestra actividad», dijo Rafael Ramírez, ministro de Petróleo.
La estatal logró con la firma estadounidense un convenio de pago en marzo, después de que la acumulación de deudas por cobrar amenazara las operaciones de Schlumberger en Venezuela.
«Este mecanismo evita que se acumule deuda con Schlumberger, porque se va pagando con el mismo mecanismo, y llegamos a tener un nivel confortable de deuda y cuentas por pagar, nuevas contrataciones.
Esta es una actividad no finita, es constante», detalló el funcionario.
Los compromisos de PDVSA con sus suplidores de bienes y servicios escalaron un 35 por ciento, a 16.475 millones de dólares el año pasado, pese a que la empresa amortizó deudas por 18.800 millones de dólares durante el ejercicio.
La firma estadounidense se comprometió a incrementar su prestación de servicios, ayudando a Venezuela a incrementar su estancada producción en la vasta Faja del Orinoco, la mayor reserva de crudo del mundo.
«Nuestra compañía está en Venezuela desde 1929, tenemos en el país más de 80 años y queremos estar aquí por 200 años más», sostuvo Paal Kibsgaard, presidente ejecutivo de Schlumberger desde la Faja.
PDVSA ha expandido sus actividades en el área de servicios a pozos, quitándole espacio a las transnacionales que históricamente han realizado estas labores en el país mientras busca una reducción de sus abultados gastos.
La conformación de empresas mixtas en el sector servicios es una estrategia heterodoxa a nivel mundial, pero le permitirá a PDVSA reducir el rango de precios, luego de que en los últimos años condicionara la contratación de las firmas a la aceptación de su propio tarifario.
Tras incumplir la meta de agregar 500.000 barriles por día (bpd) a la producción de crudo el año pasado, Venezuela planea elevar el bombeo este año a unos 3,32 millones de bpd, un alza de unos 400.000 bpd con respecto al promedio de 2012.
Foto: Archivo