Los diputados opositores Miguel Ángel Rodríguez y José Antonio España expresaron este jueves su opinión sobre la grabación de la conversación entre Mario Silva y un oficial del G2 cubano.
A juicio de Rodríguez, la ciudadanía debe exigir una investigación rigurosa en torno al contenido de la citada grabación. Añadió que los funcionarios gubernamentales omitieron su obligación al decidir atacar al presentador del material, el diputado Ismael Garcia. «Obviaron su deber de escrutar los graves señalamientos de quien fue calificado por el presidente Hugo Chávez como el más importante vocero mediático de la revolución», dijo Rodríguez.
Asimismo, recordó que es la voz de Silva y no la de los diputados opositores la que habla de golpes de Estado, de desangramiento de dólares a través del Seniat y Cadivi como causante de devaluaciones, de asesinatos, de latrocinios en ministerios.
“Hay cosas que podrían ser opiniones personales o chismes de Mario Silva, como precalificaron el hecho Pedro Carreño e Iris Varela. Otras, tan densamente argumentadas, que parecieran una cantera de delaciones sobre redes de conspiración política y de corrupción. Insisto en que las instituciones, o actúan con diligencia, o por evasiones de sus funcionarios podrían retratarse como probables cómplices”, continuó diciendo el parlamentario tachirense.
Por su parte, España insistió en que la Asamblea Nacional debería investigar todo lo relacionado con el citado audio. «La Asamblea Nacional ha debido actuar apenas apareció la denuncia. De esta grabación se desprenden hechos punibles. Se señalan funcionarios públicos, diputados, estructuras de gobierno y hechos de corrupción que en cualquier parlamento normal tienen que ser investigados. La conducta, de cara a la Constitución y por el respeto a la verdad, es respaldar la investigación sobre el audio de Mario Silva”, aseveró.