Aunque su trabajo social se ha circunscrito a la parroquia Unión, a la cual ha representado incluso dentro del Concejo Municipal de Iribarren, la dirigente social María Mendoza entiende que el Gobierno nacional por sí solo no puede mantener el ritmo de producción nacional que permita abastecer al mercado interno, y así llevar los productos de primera necesidad a la mesa de todos los ciudadanos.
“El fracaso más evidente de esta política lo vemos en Venezuela, donde varias fábricas han sido cerradas por irse directo a la quiebra, mientras que aquellas que se mantienen aún de pie tienen un margen de producción que no alcanza para abastecer a toda la población”, dijo la exconcejal iribarrense.
Asimismo, criticó que la atención que el Gobierno nacional está brindando a la economía del país no se dé en forma ordenada y planificada, ya que considera que de pensarse en mejorar la producción nacional el Gobierno ya estaría hablando con todos los sectores, incluso los trabajadores, quienes al final de cuentas son los más afectados por la situación, ante la falta de discusión de las convenciones colectivas, así como las carencias generadas por la crisis.
Al ser consultada sobre el impacto de la escasez en las comunidades de Unión, Mendoza expone que además de las colas a las puertas de los establecimientos, la acción de ir al mercado a buscar los alimentos se convierte en una lotería porque al llegar finalmente al local puede que ya no se tenga mercancía.
“Esto le quita calidad de vida al venezolano, ya que antes nosotros conseguíamos los productos en cualquier abasto y escogíamos el que prefiriéramos de las marcas que habían en los anaqueles, pero ahora estamos obligados a tomar lo que encontramos si es que lo encontramos porque ya no hay variedad”.
Mendoza ofreció sus declaraciones desde una mesa donde se instalaron empaques de harina de maíz, rollos de papel de baño, crema dental, etiquetas de leche en polvo, aceite, y todos aquellos productos que recientemente han visto su valor multiplicado a causa de la plusvalía otorgada por la escasez.
