Para nadie es un secreto que la recta de Félix Hernández ha perdido velocidad en los últimos años. Pero esa situación solo hace más memorable lo hecho por el serpentinero venezolano, quien se mantiene como uno de los lanzadores más dominantes de todas las Grandes Ligas.
El propio lanzador está consciente de que su recta no es la misma, pero resta importancia a ese detalle. “La verdad es que uno no necesita tirar 99 o 100 (millas) para ser ganador”, dijo el as de los Marineros de Seattle en una entrevista realizada por The Associated Press (AP). “El secreto o lo más importante para un pitcher es la mezcla. No tratar de retar mucho a los bateadores, sino cambiar la velocidad y mezclar bien tus pitcheos”.
La carta de presentación del derecho cuando llegó a Grandes Ligas era su recta, la cual constantemente se mantenía sobre las 96 millas por hora. De hecho, desde el momento en el que fue firmado como profesional, se hablaban maravillas sobre todo de su potencial.
En la actualidad, el promedio de la recta de Hernández es de 91.1 millas, según la página Fangraphs.com. En 2007, presumía de un promedio de 96.3.
El criollo, consciente de que su recta no duraría con esa velocidad toda su carrera, se ha convertido en un lanzador mucho más maduro y agregó envíos a su repertorio.
Hernández sumó slider y sinker, pero el pitcheo clave en su aprendizaje ha sido el cambio. “Félix es un lanzador que es impredecible para los bateadores”, analizó Carl Willis, el coach de lanzadores de los Marineros.
La grandeza de Hernández puede apreciarse de una mejor manera cuando se le compara con lanzadores que también han perdido velocidad y no pudieron mantener el nivel, tal es el caso de Tim Lincecum, Dan Haren, Ubaldo Jiménez y Roy Halladay, entre otros.
Cuando Hernández repasa lo que ha sido su evolución, no esconde su satisfacción por no haberse encasillado.
“Cuando yo vine a Grandes Ligas, en mis primeros tres años, era el -power pitcher- clásico, el que te tiraba una recta de 96 y 97, con una curva por ahí”, señaló. “Eran dos pitcheos nada más y no necesitaba hacer otra cosas, pero los bateadores ven muchos videos, ven muchas cosas y están estudiándote”.
Después de sesiones de bullpen, Hernández afinó el uso del cambio a partir de la temporada de 2009. De un par de cambios por juegos, le encontró la confianza para tirarlo hasta convertirlo en su mejor lanzamiento.
“Ahí fue que me convertí en un mejor pitcher”, recordó. “Todos los años busco aprender algo nuevo, hacer algo nuevo, y eso es lo que me ha ayudado”.
Su desempeño tras 10 aperturas en lo que va de 2013 ha correspondido a la apuesta de los Marineros, que antes del inicio de la temporada le dieron 175 millones de dólares por siete años.
Pérez progresa
El lanzador Martín Pérez se vio impresionante en su cuarta apertura de rehabilitación en ligas menores y continúa su proceso de recuperación antes de unirse al equipo grande de los Rangers de Texas.
El zurdo tiró siete ceros por el Triple-A Round Rock el martes, con solo tres hits permitidos, sin otorgar boleto, con siete ponches y 77 pitcheos realizados.
Pérez se perdió dos meses debido a una fractura en el brazo de lanzar. Los Rangers quieren darle más tiempo antes de ponderar subirlo al equipo grande, pero el venezolano es uno de varios candidatos a lanzar el segundo partido de una jornada doble el lunes en Arizona contra los Diamondbacks.