Santa Inés, capital de la parroquia Moroturo, es una de las poblaciones del municipio Urdaneta donde menos beneficios han recibido de los años de revolución y si no está en ruinas por completo se debe al trabajo de sus habitantes, empleados, obreros, agricultores, ganaderos y todos en general, empeñados en su progreso.
“A este pueblo no le hacen nada desde la Alcaldía; nos tienen abandonados por completo como se puede ver con las calles que son un completo desastre”, manifestó Gregorio Cordero.
Dijo que llevan años exigiendo a la Alcaldía le construyan aceras a la vialidad, si es que algunas pueden recibir ese calificativo.
Citó el caso de la calle principal, que además de no tener aceras está convertida en un bosque en algunos sectores, además las personas deben caminar por el asfalto con el peligro de ser atropelladas por los vehículos. La situación peor está en el sector La Bolivia, donde prácticamente lo único que existe son caminos pues nunca le han echado una capa de asfalto.
También en La Bolivia existe un parque infantil inutilizado para los niños pues, además de que los juegos se encuentran deteriorados, todo está cubierto por la maleza en la que debe haber hasta culebras.
También Cordero citó el caso de la plaza Bolívar, que nunca ha recibido mantenimiento por parte de la alcaldía. Apenas han resistido algunos árboles pero los vecinos se abstienen de reunirse allí, en el día por el sol y en la noche por la oscuridad reinante ya que no sirve ninguna de las lámparas.
“Esas lámparas no prenden desde hace años, pero la Alcaldía de Urdaneta como que no tiene un departamento de ornato que se encargue de los parques, en Santa Inés del infantil de La Bolivia y de la plaza principal. Al frente de allí se encuentra una edificación construida hace unos cuantos años para que funcionara una extensión universitaria, pero todo se quedó en el anuncio. “Ese edificio era para una aldea universitaria, lo que tenía ilusionados a los muchachos que aspiraban seguir estudios superiores, pero de la noche a la mañana dijeron que la mudaban para Siquisique y nos dejaron mirando para arriba”, expresó una vecina que dijo llamarse Esperanza.
En Santa Inés esperan que se le dé algún uso a esa estructura antes de que se deteriore, aun cuando en la actualidad a su cuidado permanece un vigilante que no se sabe quién paga su sueldo.