La ópera prima del joven director Joel Novoa, Esclavo de Dios, se estrenará el 28 de junio a nivel nacional; pero sin haber sido presentada, ya fue señalada por el presidente de Tves, William Castillo, como una campaña israelí y una historia antivenezolana, a lo que su creador respondió.
«Es interesante, porque justamente la película habla de eso, de la tolerancia, y de la tolerancia y hermandad entre los distintos pueblos. Esta persona envía un tweet juzgando la película sin haberla visto, lo que es un comentario sesgado. Porque la cinta habla de la amplitud entre las personas, es un filme de acción y entretenimiento», expresó el director.
Explicó que su largometraje es un trabajo bastante idealista. Una historia que nació en el 2006, en el 2008 ya estaba el guión y se filmó entre el 2010 y el 2012, «y hasta hoy me ha quitado el sueño», acotó el joven.
La historia fue inspirada en hechos reales, se centra en las ciudades de Caracas y Buenos Aires en 1994, año en que sucede el atentado a la Asociación Mutual Israelita de Argentina (AMIA), donde murieron 85 personas a manos de grupos extremistas islámicos, Ahmed(libanés) y David (israelita), sobrevivieron a dos atentados que marcaron sus vidas desde la infancia. La culpa por haberse salvado los acompañará siempre.
Adicto a las noticias
Actualmente la película, de 95 minutos, se está vendiendo en los mercados internacionales; es protagonizada por Mohammed Alkhaldi, Vando Villamil, Fernando Butazzoni, Laureano Olivares, Marialejandra Martín, Daniela Alvarado y Johny Jabbou.
– ¿Por qué esta historia?
– Sé que es un proyecto muy ambicioso, pero desde chamo he estado metido con el tema del terrorismo, además soy adicto a las noticias, y estuve recopilando información desde el colegio, tengo una hemeroteca bastante grande sobre este tema. Mi familia es judía y estudié en un colegio judío, y siempre tuve mis diferencias con mi propia religión.
– Es la primera vez que trabaja con su padre, el director y productor de cine José Ramón Novoa, ¿cómo fue la experiencia?
– Interesante. Mi padre siempre ha sido mi figura de ejemplo. Desde que era un niño lo admiraba. Comencé a trabajar en los set de filmación desde muy pequeño. Siempre veía a mi padre allá arriba. Ahora tener que trabajar con la persona que admiras, que además es tu padre, fue interesante. Aunque tuvimos que dejar cosas muy claras desde el principio, firmar algunas cláusulas para tratarnos como compañeros, aunque a veces es difícil, porque familia es familia, y siempre hemos sido muy unida y solidaria.
– ¿Cómo fue el proceso de filmación?
– Se realizó en cuatro países: Venezuela, Argentina, Uruguay y Estados Unidos (Los Ángeles). Es una película de acción, con escenas de armas y violencia, donde participaron personajes de distintos países. Un proyecto ambicioso y grande que requirió de mucho ingenio para resolver las escenas con lo que teníamos, y así hacerla parecer como si fuera una película de Hollywood.
Comentó que en la cinta se hablan varios idiomas, «porque la idea es mantener lo auténtico en las escenas; por eso, la película es hablada en los idiomas verdaderos, en árabe, hebreo, francés y la mitad de la historia en español venezolano y argentino», señaló Novoa.
