Para el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad, Ramón Guillermo Aveledo, la grabación presentada por el diputado Ismael García atribuida a Mario Silva, contiene hechos lesivos a varias leyes y a la Constitución, que “en situaciones normales” debería movilizar la averiguación de los poderes públicos.
“Si es verdad hay que proceder y si no es verdad para que a todo el mundo le quede claro que no es verdad. Lo que no contribuye a la transparencia y al conocimiento de la verdad ahonda las sospechas y por lo tanto debilita la pretensión de legitimidad del gobierno”, por tanto insiste que tendría que ser investigado el caso.
En entrevista a Unión Radio, sostiene que la calificación de chisme por parte del gobierno, “es en sí misma reveladora”.
“Es una noticia criminis evidente, allí resalta el doble baremo que tienen los poderes públicos, a veces son muy diligentes para averiguar, aun cuando se trate de intervenciones o grabaciones ilegales de teléfono, pero en este caso tratan de soslayarlo”, argumentó.
A su juicio, el contenido del audio difícilmente puede ser minusvaluada como un chisme “porque las cosas que se dicen allí más bien mostrarían un clima tal de descomposición en el seno del grupo en el poder”.
Aveledo sostuvo que el país, al margen de lo que los órganos jurisdiccionales puedan decir, hará una evaluación y su juicio de «cuál es el tipo de gente» que está gobernando en el poder.
“Revela un conflicto interno, basado en acusaciones que son muy gruesas y no son nada más acusaciones de juicio político; en el audio el que no es corrupto es golpista, hay traficantes, negociantes y demasiados hechos que muestran por un lado el conflicto interno pero, por otro lado, el calibre de los señalamientos que se hacen”, insistió.
De cara a las elecciones municipales, Aveledo estima que dichos comicios servirán para demostrar cuál fue el verdadero resultado del 14 de abril. “Nosotros hemos ido paso a paso aprendiendo a lidiar con el ventajismo y con la falta de imparcialidad de la autoridad electoral”, dijo.
Recordó que en la elección pasada quedó demostrado que el voto es secreto y que el problema no es electrónico, “sino que es un problema de las malas mañas de los abusos de poder por parte de quienes están instalados en los poderes públicos y eso debe ser derrotado políticamente y electoralmente para fortalecer al poder local”.
