El presidente Nicolás Maduro ordenó en el estado de Táchira, limítrofe con Colombia, la prohibición del registro de viviendas y propiedades a narcotraficantes y paramilitares que tratan de controlar la frontera.
«Narcotraficantes y paramilitares se están metiendo hasta La Fría y son dueños de propiedades (…) He prohibido que se sigan registrando propiedades de ese tipo en el estado Táchira. Vamos a revisar con una lupa (…) de dónde vino el capital, la procedencia del comprador», dijo Maduro desde una asamblea de ciudadanos en el poblado de La Fría, al occidente del país, agregando que allí serán auditadas las notarías.
Según explicó el mandatario, quien afirmó haber recibido denuncias de pobladores de la zona, se trata de fincas y casas históricas que asegura «están escondidas en capitales legitimados» y que relacionó con la «derecha fascista», que suele vincular con la oposición.
La última captura de un presunto narcotraficante se dio la semana pasada cuando en Barinas, estado contiguo a Táchira, se detuvo al colombiano Giraldo de Jesús Escalante Villegas, alias «Escalante» y jefe de la banda «Los Urabeños», gracias al convenio binacional entre Venezuela y Colombia.
También a principios del mes de abril, antes de las elecciones presidenciales del 14 de ese mes, Maduro, entonces presidente interino, anunció la detención de un grupo de paramilitares que presuntamente «venían a asesinar aquí», según dijo, como parte de «un plan de violencia de la derecha».
Colombia y Venezuela se rigen por un acuerdo de cooperación e intercambio de información sobre seguridad, suscrito en 2010 al dar por terminado un período de tensión en las relaciones bilaterales, entre otras cosas por el presunto apoyo del gobierno venezolano a la guerrilla colombiana de las FARC, según acusaciones del gobierno de Bogotá.