“Esto no se puede aguantar más; los muchachos se están enfermando y nosotros los mayores también a causa de esos malos olores”.
De esa forma se expresó una de las amas de casa que durante la mayor parte de la mañana de este miércoles protestó en el sector La Pandita, en la salida de El Tocuyo hacia Los Humocaros y Guarico, impidiendo el tránsito automotor.
“Este problema lo tenemos desde hace más de una semana cuando las aguas servidas comenzaron a salir por la tapa de visita inundando todo el sector”, declaró Mireya Rodríguez, una de las manifestantes.
El cierre de la vía se llevó a cabo en la cabecera oeste del puente, a unos 50 metros del sitio donde estaba la cloaca colapsada.
“Allá no podemos estar porque los malos olores son insoportables”, indicó.
Explicó que hace algún tiempo se presentó el mismo problema, aunque en menor grado, y fue resuelto por Hidrolara, pero ahora es peor y hasta cerca del mediodía estuvieron esperando una cuadrilla de la empresa para eliminar el problema.
Dormelis Orozco, otra vecina, señaló que hace algunos días llegó un equipo de la hidrológica pero, aparentemente, no cargaban los equipos técnicos para resolver la indeseable situación.
Mientras el grupo de personas permanecía en la cabecera del puente a la espera de que llegara alguien de Hidrolara, los pasajeros de los vehículos que iban hacia el oeste de El Tocuyo no tenían más remedio que caminar soportando los pestilentes olores dejados por las aguas cloacales que corrían libremente por la carretera.
Los “rapiditos” procedentes de caseríos y poblaciones del oeste del municipio Morán llegaban hasta el lugar del cierre y sus pasajeros caminaban hasta el sector bomba Cuba, entrada a El Tocuyo o, en caso contrario, hasta donde subían a otro colectivo.
En la mañana llegó un equipo de la hidrológica pero no con la misión de resolver el problema de la red cloacal sino el de una rotura del tubo de aguas blancas.
Desde Barquisimeto les sugirieron levantar la protesta con la promesa de que en el curso de la mañana llegaría la cuadrilla que destaparía la tubería obstruida para que las aguas servidas volvieran a su curso normal y el ambiente contaminado dejara de serlo.
“Es que además de esa pestilencia también tenemos el problema de la falta de agua en La Pandita y sectores vecinos”, dijo por su parte Mirtha Mujica, otra ama de casa.
Conforme transcurría la mañana, con los rayos solares los malos olores se hacían más fuertes al punto de que algunos de los transeúntes, aun cuando pasaban con sus narices tapadas, llegaba el momento en que no podían soportarlos y optaban por correr hasta donde poder respirar sin dificultad.
Poco después del mediodía llegó la solución y los manifestantes decidieron retirar los obstáculos que impedían el desplazamiento automotor, no sin antes advertir algunos de los líderes de la protesta que si los trabajos a realizar no permitían resolver el problema de manera definitiva no les quedaba más remedio que protestar nuevamente con otro cierre de vía.
En horas de la tarde el tránsito entre El Tocuyo y poblaciones como Humocaro Alto y Bajo, Guarico, Villanueva, Chabasquén y otras del occidente del estado Lara volvió a la normalidad, si bien persistía el mal olor por las aguas cloacales que quedaban en los charcos que se formaron durante los días que permaneció el desbordamiento de la red.
