La porfiada economía no quiere «madurar»

Ya es llover sobre mojado hablar del asunto de los miles de millones de dolares que Giordani y Maduro han repartido a mano suelta como si fueran mamones, primero siguiendo las instrucciones del finado, luego por su propia cuenta y riesgo.
Maduro “El Principiante” en búsqueda de su reconocimiento como presidente y consciente que ese asunto no es nada facil, fue dejando trazas gruesas de dinero en Uruguay, Argentina y hasta en Brasil.
A muchacho para regalar rial, caracha. Mientras tanto la economia venezolana da pancadas de ahogado. En materia inflacionaria el descontrol es total. Abril demostró el desastre en que estamos imbuidos. Un crecimiento de los precios de mas del 4% es por si sola una cifra superior a toda la inflacion anual de Colombia o de Brasil o de Costa Rica o de Estados Unidos. La inflacion no es una enfermedad. Es una medida, así como el grado de fiebre no dice la patología sino que advierte la presencia de una infección.
Diríamos entonces que el termómetro de la economia venezolana revela la presencia de un cáncer en fase metastásica con invasión en músculos, huesos y órganos vitales. Es decir en producción, distribución y consumo.
Si admitimos entonces que la inflación es una medida del grado de salud del paciente, Venezuela, también podríamos tener la libertad, y de seguro la ligereza, de hablar de la escasez como si fuera un examen de sangre y de la inversión como un test de orina.
Bueno, estimados “leyentes”, en materia de leucocitos, glóbulos rojos, ay del hemograma, glóbulos blancos, mitocondrias y asuntos relalcionados, estamos un poco mal.
El colesterol malo, la llamada lipoproteina de baja intensidad, de la baja productividad del aparato productivo me refiero, está requetealta” y el colesterol bueno, la lipoproteina de alta intensidad, en este caso la diversificación productiva y el crecimiento de Pdvsa, está “superbaja”.
En cuanto a los triglicéridos de la corrupción, las cifras traspasan lo indecible, los médicos de guardia dicen así, muerte de
causa natural, con esa regaladera que la economia fallezca es más explicable que los palos que daba el mayoral, en este caso el sujeto de marras, el mayoral  es Merentes, que dicen, anda preparando otra emisión de bonos por 5 mil millones de US$ para enderezar los entuertos.
Los galenos herederos de Adam Smith y Carlos Marx, que se dicen
economistas, urbi et orbi, coinciden en decir que no se explican bien cómo un paciente en tal condicion sigue respirando. Ahora cuando llegamos al examen de la orina, es decir como anda el asunto de la inversión en producción y distribución, allí sí las vainas se
ponen difíciles. La grandes empresas nacionales, empezando por
Polar, que metió una pila de centenares de millones de dólares en la producción de un nuevo yogurt con sus pares de Pascual, se siente atropellada y los ministricos de turno, prevalidos de un poder efimero y mal usado, hacen su calistenia diaria de amenazas e inspecciones, tratando inútilmente de justificar que la causa de la escasez en los alimentos es producto de maldades y conspiraciones “acaparamientidricas” del muchachón Mendoza y sus compinches.
Grupos poderosos como los Cohen, de los famosos Sambil, de religión judía, se ven doblemente atacados, por una parte un antisemitismo penoso que parece heredado del mismísimo nazismo, y por otro lado una persecusion implacable que llegó a su clímax con la confiscación del c.c. Sambil de San Bernardino. que fuera aprobado por todas las instancias legales. Y si hablamos de Ford o Pfizer o IBM o Microsoft las cosas no podrian estar peor. Los dividendos acumulados desde hace más de 3 años por todas las empresas internacionales, excepto claro está, y alli la corrupcion campea, baila y se da el vuelto, los dividendos y ganancias de las empesas chinas, iraníes, rusas, bielorusas, brasileñas y argentinas, esos dividendos de las mas
grandes, productivas y generadoras de empleo de europa, USA y Asia, están congelados y Cadivi no le permite cambiarlo en divisas y enviarlos a sus casas matrices como dividendos. Permítanme un cálculo sencillo: si los dividendos acumulados totales alcanzaban antes de la devaluación de 4.3 a 6.3 en dólares, una cifra, digamos de 43.000 millones de bolívares, es decir unos 10.000 millones
de dólares, cuando el gobierno procede a devaluar de 4.3 a 6.30 aquellos 10.000 millones de dólares se convierten en 6.825 millones, y por lo tanto dichas empresas deben registrar una pérdida neta en cambio de unos 3.175 millones de dólares. Y a nadie le gusta
que le metan la mano en el bolsillo. En esas condiciones, es económicamente imposible invertir ni un céntimo adicional.
Bueno, estimados amigos, se acabó el espacio y no tuvimos tiempo de hablar del examen de heces, es decir, de elecciones y democracia, donde verdaderamente estamos hechos una….