El chef de Maduro y la escasez

El señor Maduro, me es imposible  llamarlo presidente, buscando legitimidad donde no debe y donde no la va a encontrar, realizó la semana pasada un viaje a tres países del sur del continente: Uruguay, Argentina y Brasil.Estos tres países siempre han sido interesados aliados del chavismo. No obstante el esfuerzo comunicacional del oficialismo, a Maduro le fue mal en esa gira y a todos los venezolanos también. Convenios de intercambios económicos poco claros y nada favorables a la República, regalos de barriles de petróleo y promesas de compras venezolanasofrecidas por Maduro a esos países, a costa del erario público venezolano. Maduro prefiere quebrar las empresas productoras de alimentosnacionales y  comprar alimentos en el exterior para  nuestro consumo. Después le reclama a La Polar y la insta con agresividad,  a acudir a una reunión con él. A pesar de que con toda esa regaladera era difícil que lo recibieran mal, la prensa, nacional y extranjera, reseña una fría acogida al sucesor de Chávez, además de protestas de venezolanos residentes en todas las ciudades visitadas. Maduro es ilegítimo, fue lo más suave que se le dijo. Durante la visita  del cuestionado presidente venezolano,  la prensa de los países visitados hizo un recuento de la muy dudosa  elección de Maduro del 14 de abril pasado. Hubo frialdad hasta de la señora Cristina de Kirchner, no digamos de Pepe Mujica y de DilmaRousseff.Parece que dijeran algo así como que éste es un señor tan pródigo con nosotros, que no tenemos más remedio que recibirlo, soportarlo y fingirle afecto.
A esa gira, el señor Maduro se llevó, según las informaciones de prensa, una comitiva de 50 personas. Imagínense 50 personas  paseando por Montevideo, Buenos Aires y Brasilia, durmiendo en hoteles 5 estrellas y comiendo en los mejores restaurantes de esas ciudades, todo a costa del erario público venezolano. La idea de que ser rico es malo, como que se la llevó el señor Chávez al otro mundo. De hecho se reseña que en Montevideo, la comitiva venezolana alquiló tres pisos del mejor hotel de esa ciudad. Las mejores suites, la mejor comida, los mejores automóviles y por si fuera poco, el señor Maduro se llevó su chef personal. Antes de emprender la gira hubo hasta conferencias telefónicas desde Caracas entre el chef madurista y los respectivos chef de los hoteles que ocuparía la muy numerosa comitiva venezolana. Entonces Maduro que es un obrero, dicho por él, resultó con gustos bien cultivados y refinados, muy parecidos a los de la burguesía y la  oligarquía de la que él tanto despotrica. Si pudiéramos sacar cuenta de lo gastado en  los regalos efectuados o prometidos a los países visitados, incluyendo barriles de petróleo, promesas de productos a comprar y lo gastado en el viaje, con toda seguridad llegaríamos a una cifra astronómica que nos explicaría el porqué de la escasez de divisas en las reservas internacionales de Venezuela. Sin olvidar que dos semanas antes, le había llevado dos mil millones de dólares al sátrapa cubano. Pero hoy nadie controla eso. Nuestro Poder Legislativo está muy ocupado en acallar y atropellar a la oposición, en investigar al adversario por los motivos más irrelevantes y por supuesto, la Contraloría General de la República es inexistente, salvo que se trate de los gobernadores y alcaldes de oposición.
Mientras el chef de Maduro le preparaba en Montevideo o Buenos Aires las mejores exquisiteces gastronómicas, EL IMPULSO nos traía la gráfica elocuente de la escasez de alimentos que sufrimos los venezolanos y la larga colade personas en las escaleras que une la calle con un importante  supermercado de la ciudad, esperando a ver si encontraban algo allí.Contrasta el  esfuerzo inmenso que tenemos que hacer los venezolanos para encontrar cualquier  alimento básico, todos escasean, con la facilidad con la que el chef de Maduro lehace en el exterior cocina  de altura a quien ilegítimamente ocupa el cargo de presidente de Venezuela. Mientras la escasez aumenta, mientras cada día es más difícil encontrar los productos más elementales, mientras el general Antonio Rivero hace una huelga de hambre en protesta por su injusta detención y en protesta por la invasión cubana a nuestra Patria, mientras las universidades nacionales ya no pueden funcionar porque carecen de un presupuesto justo y adecuado, Madurodisfruta de la lujuria del poder, poder que ostenta ilegítimamente y sin pudor. El chef de Maduro es el símbolo del ejercicio del poder sin sentido de servicio y es a la vez, la mayor afrenta al pueblo venezolano que hoy sufre de una escasez que le impide comer y vivir aunque sea medianamente bien.