¿A menudo se siente irritable y de mal humor?, ¿se sobresalta o le invade la rabia o enojo por razones sencillas o simples?, ¿discute con otras personas a menudo?, ¿cree que los demás no lo tratan con justicia?, ¿Se siente furioso cuando le critican?, ¿El sentimiento de venganza lo persigue con frecuencia?
Si las respuestas, por lo menos a tres de estas preguntas, son afirmativas, el siguiente paso es realizarse una prueba más estricta acerca del manejo de la ira, porque en definitiva tiene un problema para controlarla, emoción que le hará daño a su salud, a sus relaciones interpersonales y al autoestima de quienes le rodean.
La ira es un fuerte sentimiento de disconformidad o antagonismo que puede emerger por un sinnúmero de circunstancias diferentes, es una emoción normal que advierte que existe algo que no está bien y que necesita ser arreglado.
Con frecuencia, la ira surge cuando las personas se sienten incapaces de hacer algo que quieren, obligados a hacer algo en contra de su voluntad o sienten que están siendo explotadas y puede ser causada si la persona se considera insultada, los empleados frecuentemente sienten ira cuando sus proyectos o ideas son rechazadas, o compañeros incompetentes son ascendidos por delante de ellos.
“Otra causa que nos genera ira es lo que llamamos “baja tolerancia a la frustración”. Por ejemplo, no podemos esperar tranquilos en una cola porque actúo de manera explosiva, o cuando me niegan algo que estoy pidiendo. En sí, desapruebo un NO como respuesta”, señaló Cecira Briceño, expresidenta del Colegio de Psicólogos del estado Lara y especialista en terapias conductuales para adultos.
Una situación común que genera disconformidad es dejar abiertos procesos emocionales.
“Si me divorcié o renuncié a un empleo debo despedirme de mi exesposo, exjefe. Agradecer y establecer el final de manera armónica, equilibrada y consciente, en cierta forma canalizar o drenar el problema. De lo contrario, las personas viven llenas de malhumor, rabia o ira, porque no han cerrado este proceso emocional. Así nos volvemos intolerantes, molestos y explosivos”, detalló la especialista en psicología.
Esto forma parte de los pasos del duelo, el cierre psicológico que conlleva el perdón, la única manera de evitar la ira, ser tolerantes y mantener un cuerpo saludable.
“Si tenemos una conversación pendiente con esa examiga, excompañero, exnovio, debemos propiciarla y así cerrar este proceso, de lo contrario el impacto negativo perdurará por siempre”, recalcó.
Ilustró a las personas iracundas similares a una bomba que tiene la llama encendida a punto de explotar, incluso desde que se levantan en las mañanas, de manera que mantienen una actitud hacia la vida oposicionista.
“Si cortan el agua o se va la luz en el edificio, y debo subir las escaleras, armo una tragedia por eso; o si el muchacho a quien le compro el periódico no tiene vuelto le insulto”, agregó Briceño.
Familias explosivas
Cecira Briceño estableció que existen familias que se nutren de la ira, muchas porque no enfrentan los conflictos sino que esperan un momento de insatisfacción para responder con agresión, peleas y explosión en conjunto, pero que al final no logran resolver ningún problema sino dejarlo latente hasta la próxima discusión.
“Los padres tenemos la tarea más fuerte: ser modeladores de patrones de vida y conducta, esa es nuestra función, por esa toda consulta psicológica para niño debemos tratar a los padres, quienes casi siempre son los causantes de la dificultad, porque el niño está copiando, modelando, asumiendo, siendo el espejo de sus padres”, aclaró la especialista.
También existen terapias grupales para sanar heridas del pasado y así poder continuar juntos, con agradecimiento diario por la bendición de tenerse los unos a los otros. En sí, disfrutar del presente con amor, respeto y tolerancia.
Se debe tomar en cuenta que los efectos de la ira en las relaciones interpersonales son inmensas, ya que esta situación se refiere a la ira de dos personas, que se supone, se vuelve inquietante y llega a la destrucción de un vínculo común.
Proteger una relación de los efectos tóxicos de la ira, requiere tener una conciencia real en la comprensión del funcionamiento de la ira, y el proceso de construcción de la cadena causada por reacciones instintivas. De lo que realmente se trata, es ganar sobre la ira y no sobre los demás.
Respire
Para el control de ira no siempre es necesario la intervención de un especialista en problemas de conducta, porque existen actividades como la risoterapia, yoga de la risa, bailoterapia, entre otras, que no son supervisadas por un cuerpo de psicólogos, pero tienen un efecto comprobado en la mejoría de las conductas, que funcionan en forma directa para drenar rabias, como también para superar miedos, dolores e inseguridades.
“Otra estrategia es encerrarnos en el baño y gritar lo que queremos decir afuera -pero no debemos- y hacer cinco respiraciones profundas. Al salir de allí nuestra actitud será diferente, ya no golpearemos a la persona cuyas actitudes nos causó la rabia”, dijo Cecira Briceño.
Mencionó que escuchar música instrumental en vez de melodías agresivas contribuye a calmar el alma, sobre todo cuando deben manejar en momentos de caos vehicular.
“Tenemos que observar quienes son las personas agresivas y groseras. Cuando griten, no debemos engancharnos. Más bien responderle: “Si tú vienes con ese carácter, prefiero no responderte, cuando te calmes hablamos”. Eso los desarmará y no podrán continuar con el tira y dame que conlleva una pelea”, aconsejó Briceño.
Tomar un relajante baño de agua tibia también puede ayudar a reducir la ira de inmediato. Si usted se enoja, se podrá ver fuego en su cerebro debido a la intensidad de sus emociones. Al tomar el baño, verá cómo consigue reducir ese fuego y como su enojo desaparece.
La ira de una persona también es capaz de invocar sentimientos de ira, similares, en las personas a tu alrededor, y así comienza una cadena ininterrumpida y continúa de malos sentimientos, hasta que una relación es completamente destruida.
Lo que deben entender claramente que sólo la paz de la mente o el silencio, es capaz de superar la ira.
¡Es como yo digo!
El «humor tonto» puede ayudar a calmar la furia de varias formas. Por un lado, puede ayudarlo a tener una perspectiva más equilibrada.
“Cuando usted se enoja e insulta a alguien o se refiere a esa persona con una frase imaginativa, deténgase e imagínese cómo sería literalmente esa palabra. Si está trabajando y le dice a un compañero de trabajo «bolsa de basura» o «ser vivo unicelular», por ejemplo, imagine una gran bolsa llena de basura o una ameba, sentada en el escritorio de su colega, hablando por teléfono y asistiendo a reuniones. Haga esto cada vez que desee insultar a otra persona; si puede, haga un dibujo de cómo se vería. Esto calmará bastante su furia; y a menudo puede recurrirse al humor para ayudar a aliviar una situación tensa”, establece la Guía para Dejar la Ira.
Ahora bien, quienes se enojan con facilidad suelen pensar y decir: «las cosas deben hacerse a mi manera», puesto que sienten estar en lo cierto, y que de hecho, que cualquier cosa que bloquee o cambie sus planes es una humillación insoportable que no deben tolerar. Tal vez otras personas lo hagan, pero ellas no.
“Cuando se sienta así, superior e infalible, imagínese como un dios o una diosa, un gobernador supremo que es dueño de las calles y las tiendas y del espacio de la oficina, caminando solo y haciendo siempre las cosas a su manera mientras los demás lo tratan con deferencia. Cuantos más detalles pueda poner en su escena imaginaria, mayor será la posibilidad de que se dé cuenta que tal vez está siendo poco razonable; también advertirá la poca importancia que tienen las cosas por las que está enojado”, agrega los ítems de la Guía para Dejar la Ira.
Hay dos advertencias para cuando use el humor. Primero, no intente simplemente «reírse» de sus problemas; en cambio, use el humor para ayudarse a enfrentarlos de manera más constructiva. Segundo, no dé lugar al humor cruel y sarcástico; esa es otra forma de agresión no saludable.
Lo que tienen en común estas técnicas es el rechazo a tomarse las cosas con demasiada seriedad. La ira es una emoción seria, pero a menudo está acompañada por ideas que, si se las analiza, pueden hacerlo reír.
Enfermar por rabia
El alojar la rabia y el miedo de manera permanente en el cuerpo deriva en enfermedades catastróficas para la vida como el cáncer de estómago, entre muchas otras, como alertó la especialista en psicología, producto de un mal vivir.
Cuando estamos enojados, el corazón late más rápidamente y la presión sanguínea se eleva. También se producen hormonas que aumentan la energía.
“La psico-oncología establece que una emoción mal tratada, llevada o intensamente alojada en tu cuerpo, te va a llevar a trastornos psíquicos o psicosomáticos”, insistió Briceño.
Por ello, el individuo debe tomar conciencia de las consecuencias que puede tener este tipo de emociones constantes en la salud, y tomar acciones sencillas como caminar al aire libre o participar en actividades complementarias que disfrute.
“Por ejemplo, pueden ir al Parque del Este a caminar y así drenar la rabia, no se gasta dinero, sólo deben tener un short y una camisa. También pueden disfrutar de algún hobbie, hacer yoga, bailoterapia, taichi, risoterapia”, recomendó la psicóloga.
En este sentido, recalcó que en Barquisimeto se ofertan un conjunto de actividades en distintos puntos de la ciudad, bien sea gratuitos o de bajo costo, con el objetivo de promover bienestar y salud a la colectividad.
“Tenemos que ser adultos responsables y cambiar de actitudes, además, debemos ser observadores con nuestros seres queridos, sobre todo con los hijos, porque si presentan alguna conducta característica de persona iracunda deben buscar la manera de tratar este problema de inmediato”, aconsejó.
¿Qué puedo hacer?
Aprender a controlar la ira es importante para poder desarrollar relaciones interpersonales cercanas, como también para mantener la tranquilidad, felicidad y éxito. Por ello, existen herramientas para ayudar a controlar la ira que cada individuo puede tomar antes de sentir que va a explotar en contra de los demás:
• Reconozca la situación que le enoja
• Respire de forma profunda y repetidas veces
• Aléjese de la persona o situación que le genera ira
• Visualice. Imagine una escena o idea que le ayude a sentirse en calma. Cuando se sienta enojado piense en esa escena para ayudar a relajarse.
• Cambie su forma de pensar. Cuando empiece a sentirse enojado, deténgase antes de explotar y pregúntese si la ira va a resolver la situación, más bien úsela para tratar de cambiar una situación injusta.
• Encuentre una solución. Cuando esté enojado, escriba sus ideas sobre posibles soluciones.
Piense primero. No actúe inmediatamente. Pregúntese qué sería lo mejor que podría pasar y cómo podría lograrlo.
• Haga ejercicio. Realizar actividades físicas en forma regular puede ayudarle a liberar estrés y reducir la ira.
• Encuentre un escape. Encontrar una forma creativa de exteriorizar su ira le permitirá calmar la emoción. Pruebe pintar, dibujar, escribir o practicar la jardinería. Podría romper botellas viejas para calmar su furia. Cualquier escape que encuentre para su ira es mejor que guardarlo o esconderlo.
• Busque ayuda profesional. Algunas veces nuestra ira o incapacidad de controlar la furia proviene de problemas anteriores o creencias malsanas. Consultar a un terapeuta o cualquier otro especialista de salud de comportamiento podría ayudarlo a identificar y modificar esas circunstancias.
Si usted está causándole daño a alguien o a usted mismo por causa de una ira descontrolada, busque ayuda inmediatamente.
