Prensa escrita de cobertura nacional y local, incluyó en la primera plana declaraciones de Carlos Osorio, ministro de Alimentación, quien anunció “el ajuste del precio máximo de venta al público, en 20%, para el pollo, carne bovina y leche, en todas sus presentaciones, incluyendo los quesos”.
La noticia fue de mal gusto, por ejemplo, para Dinora Quevedo, quien, de manera espontánea, se acercó a reporteros de EL IMPULSO cuando los vio llegar al mercado municipal Terepaima, ubicado en la avenida venezuela entre calles 35 y 36.
En la mano cargaba una “bolsita” con dos cabezas de ajo criollo y dijo: “No lo puedo creer, estos dos ajos pequeños me costaron 15 bolívares. Esto es increíble, a dónde iremos a parar”.
A propósito del anuncio del ministro Osorio, EL IMPULSO salió a medir el pulso de opiniones, y los entrevistados coincidieron que la situación económica y de acceso a productos de uso diario, es un flagelo que compromete de manera significativa su calidad de vida.
El ciudadano común
El ciudadano a pie, desde el 8 de febrero del año en curso, guarda extensa lista de anuncios que descubre desmejoras.
1-Devaluación de la moneda nacional
2-Cambio por dólar de 6,30 bolívares
3-Aumento de la Unidad Tributaria
4-Problemas para conseguir productos como harina de maíz, papel sanitario y crema dental
5-El lunes 13 de mayo: aumento de precio del pollo, carne bovina y leche.
Todas las medidas afectan a ciudadanos, sin tomar en cuenta ideas políticas.
¿Hacia dónde vamos?, se preguntan los usuarios quienes dieron detalles de los esfuerzos que hacen para garantizar comida, en sus tres golpes, a sus familiares. Enumeraron cuántas personas forman parte de su núcleo y con cuántas residen.
Los mercados municipales y supermercados, más que establecimientos para comprar productos de uso diario, en los últimos meses se han convertido en un valle de lágrimas. ¿Exagerando?, verifique cuánto le dura el mercado a un trabajador con salario mínimo.