La mujer que prospera no es aquella mujer que ha alcanzado importantes posiciones en la escala social. Tampoco lo es aquella cuyas cuentas bancarias están llenas de dinero. Una mujer que prospera no es la que viaja mucho por el mundo, ni la que sale mucho en televisión. No es aquella que hace suspirar a todos cuando pasa a su lado. No es la mejor deportista, ni la más bella del planeta, tampoco lo es la más famosa.
Entonces, ¿Quién es una mujer que prospera?
1) La mujer que prospera disfruta de una prosperidad integral: no solamente invierte su tiempo en la búsqueda de metas económicas, profesionales o financieras, sino que cultiva las otras áreas de su vida (su relación de pareja, sus hijos, su familia, su vida espiritual, el desarrollo de habilidades personales, sus sueños).
2) La mujer que prospera reconoce que las metas no se pueden alcanzar en el corto plazo, que el camino hacia el bienestar económico no es una carrera de 100 metros, ya que la inversión de tiempo, talentos y tesoros para obtener beneficios económicos en el corto plazo no le llevan a la satisfacción personal.
3) La mujer que prospera disfruta de una vida abundante a lo largo de la ruta de la vida, comprendiendo que más que una carrera de velocidad, la vida es un maratón y que para llegar a la meta, debe administrar adecuadamente todos los recursos que posee y disfrutar el recorrido.
4) La mujer que prospera comprende que los bienes materiales no pueden satisfacer las necesidades emocionales y espirituales, que no llenan necesidades como la alegría, el amor o la paz.
5) La mujer que prospera comprende que la prosperidad integral no depende exclusivamente de su capacidad económica, sino de la forma en la que ha elegido vivir cada día y que esto tiene que ver más con una actitud del corazón y un estado del alma, que con el estado de una cuenta bancaria.
6) La mujer que prospera reconoce que la tarea más importante en la vida es justamente “vivir”. Donde vivir significa mucho más que sencillamente existir. Significa parar de correr detrás de las cosas materiales y superficiales y comenzar a perseguir las cosas más significativas de la vida.
7) La mujer que prospera en todas las demás áreas de su vida, logra como un resultado intrínseco la prosperidad material.
“Mujer virtuosa: ¿Quién la hallará?. Pues su valor sobrepasa largamente al de las piedras preciosas…”. Proverbios 31:10.