A la madre
Mucho se ha escrito sobre la madre: poemas famosos, canciones populares, cartas literarias, hasta leyes que la protegen. La madre es algo trascendental, puedes carecer de todo, menos de tener o haber tenido una. Propicia es la ocasión para hacer un juego de imaginación, volver a nuestra niñez y entablar un diálogo con nuestra madre. Cuando vas a un centro comercial y volteas porque mamá se ha quedado atrás, tú desesperado le dices: Mamá apúrate. Ella te diría: hijo, acuérdate cuando yo te llevaba de la mano porque tus piernitas eran débiles y cortas, y no podías llevar el mismo paso que yo, te esperaba y a veces te cargaba para que fuéramos juntos. Hoy, mis piernas están débiles y viejas, y soy yo la que no puedo caminar de prisa. Recuerda hijo, no me grites porque no te oigo. Te acuerdas cuando eras un niñito que yo no te gritaba cuando no me oías, te hablaba al oído con un susurro y tú te sonreías y decías “está bien mamá”. Cuántas veces tuve que organizarte tus útiles escolares que ibas a llevar para el liceo al día siguiente, después regresabas y me formabas un brollo porque no te puse el libro de Historia de Venezuela, hijo qué voy a saber yo de Historia de Venezuela o de Geografía, yo sólo sé de amor y dedicación a ti. Hijo, hoy me regañaste porque se me olvidó regar las matas, ya mi memoria no es la misma, ¿te acuerdas cuando me llegabas llorando porque se te había olvidado la tabla de multiplicar? Hijo, tú eres mi prolongación y lo que hoy me criticas te sucederá a ti.
A la madre muerta, el homenaje de un hijo sería el recuerdo de la canción de Héctor Lavoe: “El retrato de Mamá”. El hijo pobre que le dice al hijo rico. “Ese gran carro en la puerta. Esta mansión casa, dice lo que progresaste…, dime tú, el retrato de la vieja dónde está… desde el cielo ella te ve y te perdona”. En mi casa de bahareque el retrato se cae por que la pared no aguanta el peso, no te critico, sólo quiero ver de tu parte una manifestación de amor hacia nuestra madre. En esta Venezuela, donde las madres están enterrando a sus hijos, se siente el gran dolor que manifiestan. Es allí donde se representa el gran amor de madre. ¿Llora con la misma intensidad un hijo cuando se le muere la madre o cuando a la madre se le muere un hijo?
“Como Dios no puede estar en todas las partes a la vez, creó a mamá”. Anónimo
Marcelo Piña
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Perfil de la madre venezolana
Es una mujer dedicada plenamente a cuidar a sus hijos, criarlos, educarlos, convertirlos en hombres y mujeres de bien. Trabajadora, tanto en su hogar como en sus labores diarias fuera del mismo. En su trabajo es una persona que no descansa. Las madres, somos madres las 24 horas del día y los 365 días del año. Trabajamos 24 por 24, somos médico, enfermeras, psicólogos, abogadas, maestras, padre y madre a la vez. Dios bendiga a esos seres especiales
Carmen Elena Pérez
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Mujeres luchadoras
En un programa de televisión que vi, entrevistaban a un sociólogo y ante la pregunta de la entrevistadora “¿Cuál era la importancia de los roles entre el hombre y la mujer en el hogar para la crianza de los hijos?” El entrevistado respondió que de los roles cumplidos por la pareja, el más importante era el de la mujer. Al momento, no estuve de acuerdo pero enseguida explicó: la mujer era el centro del hogar, ella era como la hoguera de la chimenea, donde calentaban su cuerpo todos los integrantes de la familia y, cuando el hombre abandonaba la casa, el hogar seguía existiendo porque los hijos seguían alrededor de la madre, cosa que no pasaba cuando la mujer abandonaba la casa, porque eso si que significaba el caos.
Pues bien, en América Latina, son muy frecuentes los casos de madres solteras y muy especialmente en nuestra Venezuela, en donde vemos como abundan los hogares en que la mujer es padre y madre a la vez, y de cómo logran sacar a sus hijos adelante. De manera que, el papel de madre y el amor que ellas generan, es el mayor incentivo que impulsa a los hijos a vivir la vida y a recompensarlas luego por todo el amor recibido.
Es que la mujer, aún no siendo madre, sigue siendo el centro del universo. Ellas representan la paz, el amor, la belleza y la armonía. Ellas son la cara bonita de la vida, son ellas quienes nos motivan a alcanzar nuestros sueños y a dar las más duras batallas para la consecución del éxito y compartirlo con ellas. Sé de amigas que no han concebido, más son excelentes madres potenciales. Conozco el caso de una amiga muy especial que no solo es una bellísima mujer, si no que también es una extraordinaria madre en potencia. De modo que, el mundo debe estar tranquilo al saber que la madre tierra tiene a sus hijas que cuidan su legado al esparcir amor, bondad y ternura.
Mis más sinceras felicitaciones a las madres en su día, de todas las fechas que se celebran en el planeta, ésta, tal vez, sea la fecha más importante. La madre es, sin duda alguna, el origen de todo lo bello y bueno que tenemos en nuestro mundo.
Alirio Palencia
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Madres venezolanas
Las madres de Venezuela son mujeres tiernas pero exigentes con los hijos, llenas de esperanzas hasta el último momento. Valientes al defender a sus hijos como leonas, trabajadoras y madrugadoras, apoyan pero reprenden. Llenas de optimismo para ofrecer a sus hijos sus mejores caras a pesar de los problemas y sus carencias físicas o económicas. No se cansan cuando de enfermedad de los hijos se trata. Serían capaces de dar su vida por ellos y mostradoras de lo mejor de cada momento difícil que Dios le pone en el camino para ser siempre un ejemplo a seguir para sus hijos.
Yulirma Ijauris Rea
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Somos como somos
Una mujer emprendedora, independiente, muchas madres solteras que, por cosas del destino, les ha tocado ser madre y padre a la vez, son luchadora, organizada, exigentes, ah, y sobre todo: coquetas.
Nancy Yépez
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Perfil de la madre
Cuando al hablar de maternidad, concepción de la vida o continuidad de la especie, de inmediato nuestras antenas o disco duro, evoca hacia la mujer: abuela, madre, tías, hermanas, esposa, hija, nietas, sobrinas, y, por conexo filial, a nuestras nueras, extensibles a las entrañables amigas.
Aprovecho la ocasión para reflexionar con los asiduos lectores de este prestigioso diario y que, a su vez, sirva de testimonio o gratitud a ese ser maravilloso que recién celebró el día internacional de la mujer. Ser que determina el rumbo de toda sociedad, y aún cuando hoy, esta trillada la irresponsabilidad paterna, ellas en mayoría con raras excepciones, ha sabido dar cobijo a esa inocua criatura, que formó, fruto del amor, en ese vientre bendito, entregándolo luego sin conocimiento de causa a la escuela del cosmos, para con ello dar cumplimiento a leyes divinas. Pero, en la mayoría de las veces, no están preparadas para tan alta responsabilidad. Desperdiciando en ocasiones el sagrado deber de dar forma ese ser concebido a través de la crianza de los valores y principios, cuya norma daría futuro al fruto que brotó ese vientre bendito.
Felicidades en su días madres benditas, madres adoradas.
Marco A Arias M
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Madre responsable
Que sea una Mujer responsable, trabajadora, alegre, entusiasta, divertida, soñadora. Que sea creativa, espontánea, romántica y amorosa. Que ante todo sea una mujer que luche por sus ideales, que enseñe a sus hijos valores y principios. Que sea una eterna enamorada de la vida y las cosas hermosas que Dios creó. Que le guste bailar, viajar y que sea una experta cocinera en comida criolla, la mejor cuenta cuentos. Y la mejor madre del mundo.
Sandra Torres
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Mi madre es la mejor
Es difícil lograr definir la palabra ‘madre’, imagínense ‘madre venezolana’. En mi criterio, madre es toda mujer en edad fértil o no, que es capaz de enseñar y educar a sus hijos en los valores éticos, morales, religiosos, que podrán emplear y desarrollar en el transcurrir de su vida, hasta la vejez, cumpliendo con sus roles de hijo, hermano, padre o madre, ¡y hasta abuelo! Pudiendo alternar la vida laboral y familiar sin que ninguna sea excluyente de la otra. Ahora si intentamos definir a la madre venezolana, es aquella mujer con un grupo de características que, difícilmente podamos conseguir en otras latitudes como lo son: nobleza, ternura, calidez, alegría, valentía, sentimental, aguerrida, luchadora, soñadora, trabajadora, y podría escribir muchas más, pero el término que más define a la madre venezolana es: ‘súper héroe’, ya que con todas sus limitaciones por circunstancias de la vida, sin trabajo, sin esposo, con una sola cama y en sólo cuatro paredes literalmente, es capaz de mantener a sus hijos alegres y contentos, sin que ellos se percaten muchas veces de su situación actual, brindándoles lo mejor a ellos, así esto signifique sacrificar un desayuno, almuerzo o cena, un gusto, un vestido, unos zapatos, un perfume, una visita al salón de belleza, despegándose de todo bien material por sus hijos. Y ante dicha situación, se siente completamente orgullosa cuando sus hijos obtienen su título universitario, una buena familia, y sobre todo, cuando ellos le dicen “te amo mamá”.
Feliz día a todas esas guerreras que tenemos el placer de tener por madres. En especial a esas mujeres que han sido parte de mi vida, Mi madre, mis tías, y a mi suegra.
Carlos Eduardo Salazar Castillo
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Madre venezolana: ¡te la tengo!
Recientemente mi madre partió de este mundo como consecuencia de una terrible enfermedad que en los últimos 5 años cambió totalmente su vida, y la nuestra. Debo confesar que, por mucho tiempo, la critiqué duramente por caer en el vicio del cigarrillo, que la llevo a padecer de esta enfermedad crónica y que sólo en la actualidad creo tener respuesta a todo lo sucedido.
Esta mujer, como buena madre venezolana, tuvo la necesidad de ir a la calle sin una profesión a buscar el sustento y la seguridad para sus hijos. Recuerdo que se levantaba en las madrugadas para ir a su trabajo y pienso en todos esos días en que dejaría de comer para ahorrar un poco de su pobre salario; sin embargo, le brindó techo, comida y estudios a todos sus hijos, a través de su esfuerzo.
Es aquí donde aparece el cigarrillo, esa vía para calmar su ansiedad, temores y hasta el hambre. Hoy entiendo que ella quiso hacer lo mejor a pesar de sus limitaciones y las condiciones, por eso pido de corazón a los hijos e hijas que no seamos tan duros al juzgar a nuestros progenitores.
Así es nuestra madre, la madre venezolana, que antepone la necesidad de sus hijos a su propio bienestar. Sólo le pido a Dios ser digno de ti y conseguir en tu ejemplo la fortaleza para hacer siempre lo mejor posible en este mundo antes de que me toque igualmente partir. Simplemente… ¡gracias!
Jhonny Escalona
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Terrible realidad
Según informes de alguna ONG, Venezuela tiene la mayor tasa de embarazos precoces en el continente americano. La edad promedio de las madres primerizas está entre los 16 y 17 años, situación preocupante porque son personas que aún están en etapa de formación y, por lo tanto, esto genera una crisis en la sociedad que requiere de la participación de la mujer en muchas áreas para el desarrollo del país. De modo que no es extraño ver madres que deben atender a sus hijos y además continuar sus estudios, trabajar para disponer de los recursos económicos mínimos que exige el cuidado de esos seres procreados. Por lo tanto, las madres en Venezuela, son unas verdaderas heroínas de la patria.
Neptalí Paredes
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De dos perfiles
La primera es una madre casada, luchadora, amada, honrada, responsable, ejemplo de casa, trabajadora, y por sobretodo venezolana. La segunda, madre soltera, luchadora, responsable, madre y padre, trabajadora, y por sobretodo venezolana.
Cristo González
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Próximo Tema:
¿Cómo te la arreglas contra el desabastecimiento?
En la actualidad, la falta de productos de primera necesidad es una realidad que afecta a todos los venezolanos, quienes compiten en una carrera encarnizada por conseguir lo que la familia necesita. Es por eso que queremos saber su opinión, ¿qué has debido soportar por culpa del desabastecimiento? ¿Cómo haces para conseguir los productos que faltan en la mesa y los anaqueles?
Envíenos su respuesta a [email protected] antes del 17 de mayo y será publicada el lunes 20 en la página 2 del primer cuerpo del periódico, en la Página de los Lectores
