El país está viviendo una situación muy crítica como consecuencia de las malas políticas de este gobierno durante 14 años, declaró el Dr. Lorenzo Tovar.
La herencia que le dejó Hugo Chávez a su “hijo”, como se autoproclama Nicolás Maduro, fue la destrucción del aparato productivo y no es fácil para el mandatario satisfacer, mediante mayor cantidad de importaciones, la demanda de artículos de consumo masivo.
Lo que estamos viendo todos los días, e incluso desde las noches hasta más allá de cada mediodía, son kilométricas colas de consumidores que, muchas veces, se fajan a puñetazos y empujones para adquirir algunos paquetes de harina precocida o azúcar, o litros de aceite, para citar unos rubros que escasean.
Este cuadro es la consecuencia de tres problemas generados por el propio gobierno:
1)El Ejecutivo Nacional por decisión de Chávez se empeñó en destruir el aparato productivo, mediante la expropiación de fincas que estaban en plena producción, con la pretendida excusa de hacer justicia social; se apropió de los centrales azucareros, que hoy están abandonados; caotizando las cadenas de comercialización y dejando todo eso en manos inexpertas.
2) Impulsó alegremente las importaciones de alimentos hasta de los más lejanos países, produciéndose un incremento de inflación, por una parte, y pérdida de millones de kilos de comestibles en containers de puertos y centros de abastecimiento que no eran controlados por ningún organismo.
3) El trato indigno a los ciudadanos, quienes se han venido acostumbrado a hacer largas y penosas colas frente a los centros de distribución de alimentos. Hoy esa situación ha sido tan apabullante que ya las colas también se hacen en los supermercados.
La escasez que se observa en estos momentos y la cual no puede ser considerada, como pretende hacerlo ver el gobierno como una “sensación” provocada por los medios de comunicación social, no sólo es un hecho comprobado sino que el propio Nicolás Maduro ha salido del país para implorarle a los mandatarios de otras naciones, que considera sus amigos, para que le ayuden a resolver este problema; pero, por supuesto, mediante la importación de mayores volúmenes a los que ya se habían registrado en años pasados.
Lo que está ocurriendo es culpa de Chávez por haber desarrollado políticas equivocadas, propias de los regímenes autoritarios y de corte comunista, que han pretendido tener todo el control de los alimentos como una forma de ejercer dominio total sobre los individuos.
Chávez habló insistentemente de la soberanía agroalimentaria del país; pero, se empeñó en acabar con la producción nacional.
La única forma de lograr ese tipo de soberanía es incentivando a los productores y a la agroindustria, para de esa forma lograr alcanzar cada vez mayor producción de los rubros que requiere el país.
No se puede hacer agricultores a personas que no hayan sido adiestradas para cultivar los rubros, ni tampoco se puede formar criadores si éstos no están preparados y mucho menos si no tienen los recursos económicos para esas actividades que reclaman mucho esfuerzo y sacrificio.
Foto: Archivo
