Incluso para quienes están acostumbrados al ritmo frenético de las celebridades, el Festival de Cine de Cannes puede ser una experiencia desconcertante.
Cada año durante 12 días la Rivera Francesa se convierte en una gran fiesta de glamur, arte y negocios de cine. Como un fantasma inundado de sol, el cine vuelve a la vida en Cannes con sus ambiciones, los intereses comerciales de fondo y el espectáculo descarado al frente.
«Cada vez que vengo a Cannes se siente como que llego a la escena del helicóptero de `La Dolce Vita»’, dijo Leonardo DiCaprio. «Es una locura. La ciudad entera se convierte en una alfombra roja, pero a la vez es la meca de la celebración del cine y la creación de cine atrevido».
La edición 66 de Cannes, arrancará el miércoles con «El gran Gatsby» de Baz Luhrmann, una extravagancia en 3D protagonizada por DiCaprio, Carey Mulligan y Tobey Maguire. La película, con sus derroches y estrellas, de muchas maneras tipifica a Cannes.
Pero para cuando Luhrmann y su elenco desfilen por el boulevard de la Croisette, «El gran Gatsby» ya se habrá estrenado en Norteamérica. Que el respetado director artístico de Cannes, Terry Fremaux, haya tomado una decisión como esa ha llevado a algunos a pensar que quizá fue manera desesperada de atraer una película deslumbrante con ciertas ambiciones artísticas (algo difícil de encontrar en la actualidad).
Pero también subraya la lealtad de Cannes por sus directores favoritos: la cinta debut de Luhrmann, «Strictly Ballroom», se estrenó en Cannes y su «Moulin Rouge» inauguró el festival.
Muchos ganadores de la Palma de Oro, como los hermanos Coen (por «Barton Fink» de 1991), Roman Polanski (»El pianista» de 2002) y Steven Soderbergh (»sex, lies and videotape» de 1989), regresan este año. Joel and Ethan Coen estrenarán «Llewyn Davis», una película sobre la escena folk del barrio neoyorkino de Greenwich Village en la década de 1960. Polanski estrenará «La Vénus à la fourrure», una adaptación en francés de la obra de David Ives. Y Soderbergh presentará «Behind the Candelabra» poco antes de su estreno en HBO. La cinta presenta a Michael Douglas en el papel del extravagante Liberace y a Matt Damon como su amante, Scott Thorson.
La atención también estará puesta en las 20 películas que compiten por la prestigiosa Palma de Oro, que el año pasado fue para «Amour» de Michael Haneke, la cual se llevó el Oscar a la mejor película en lengua extranjera.
Como es costumbre, las películas que compiten por la Palma de Oro son internacionales y este año hay cintas de Chad (»Grigris» de Mahamat-Saleh Haroun), China (»A Touch of Sin» de Jia Zhangke) y Japón (»Like Father, Like Son» de Hirokazu Koreeda).
La única cinta Latinoamericana que podría llevarse el galardón es «Heli» del mexicano Amat Escalante, sobre una familia que queda en medio del mundo del narcotráfico cuando su hija de 12 años se enamora de un policía.
Otros directores destacados presentarán cintas en idiomas que no son sus lenguas maternas. Como favorito para la Palma de Oro está el cineasta iraní Asghar Farhadi (ganador del Oscar por «La separación») con la película en francés «Le Passe», protagonizada por la franco-argentina Bérénice Bejo (»El artista»). Fuera de competencia el director y actor francés Guillaume Canet debutará en inglés con «Blood Ties», una cinta de suspenso en Nueva York protagonizada por Clive Owen y Billy Crudup.
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