Un exastro del tenis mundial, como el argentino Guillermo Cañas con apenas 35 años de edad, cautivó a pequeños y grandes con una clínica impartida en cancha del Country Club de Barquisimeto.
El Nº 8 de la ATP, cuando participaba con los mejores del mundo en 2005, entrena desde Cañas Tennis Academy en Miami, Estados Unidos, a varios de los talentos que se abren paso en la compleja disciplina.
Aclaró que muchos no llegan y para eso hay que estar preparado. “El tenis es un deporte demasiado exigente. Se comienza desde temprana edad, 6 o 7 años, pero a partir de los 14 es cuando empieza a apreciarse la verdadera capacidad, que luego debe ser muy bien pulida”, señaló frente a niños y niñas que participan en el Circuito Especial 10’s, organizado por su amigo Kepler Orellana junto a Ezequiel Nastari, ambos de Sports Productions C.A.
Sus socios en la academia de Miami, Martín García y Gustavo Oribe, vienen a ser el ejemplo de lo que él advierte sobre que puede ser alguien en el tenis. “Martín terminó entre los diez mejores doblistas de la ATP.
En cambio Gustavo, a los 19 años, aprovechó una beca en Estados Unidos y se graduó en administración de empresa, sin olvidar que tiene conocimiento tenístico”.
Dijo que cada quien dispone de un estilo. “Unos se defienden con movimientos cruzados. Otros lo hacen perfectamente en el momento de acercarse a la malla y, en fin, algunos prefieren jugar atrás para sacar partido en la fuerza de sus muñecas”, indicó y añadió que la idea es buscar de trabajar disciplinadamente para corregir los detalles técnicos en cada uno de los juegos.
Expresó que algunos padres quieren que sus hijos se conviertan en un Roger Federer o un Rafael Nadal, y olvidan que frente a ellos se encuentran unos niños que apenas comienzan a dar sus primeros pasos.
“Si ese es el comportamiento o la filosofía de tratar que sus muchachos tengan desempeños favorables, yo les sugiero que más bien los dejen que hagan sus juegos y organizan las estrategias que les permitan triunfar sin mayores problemas”.
Cañas: “He sorteado los obstáculos”
El extenista Nº 8 de la ATP, Guillermo Cañas, con participaciones en siete Grand Slam y triunfos tanto en Wimblendon 2008 en Londres como ante el suizo Roger Federer en el Indian Wells 2007 de Estados Unidos, se encuentra por segunda vez en Venezuela luego de hacerlo por Argentina en 1999 en la Copa Davis por la clasificación al Grupo 1 de la Zona Americana, favorable a su país 4-1 en el Centro Nacional de Tenis de Santa Rosa de Lima en Caracas.
No lo sorprende, en absoluto, la pregunta de entrada sobre su polémica suspensión de dos años en principio y rebajada a 15 meses en 2005 por la comisión técnica de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), al salir positivo en una prueba antidoping cuando intervenía en un torneo de Acapulco en México.
“Todo lo que ha ocurrido me ha servido de una gran experiencia, incluidas esa suspensión y cuatro difíciles cirugías en la mano”, dijo y agregó que ha sorteado los obstáculos.
“En aquel duro golpe de Acapulco surgió en el ambiente una clase en Derecho que es muy cierta: todo el mundo se presume inocente hasta que se demuestre lo contrario o, en su defecto, se presume culpable hasta que se pueda probar su inocencia”.
Explicó que acudió a cada una de las instancias de la ATP, para poner a prueba su inocencia y recordó que él siempre se ha regido por los reglamentos de la Asociación de Tenistas Profesionales. “Bajo esas circunstancias pude probar que yo, para utilizar algún medicamento, consultaba a los médicos de la Asociación y quedó claramente comprobado, que obligó a reducir la sanción de dos años a 15 meses, aunque en realidad nunca estuve conforme con la decisión, pero finalmente la respeté”.
Luego de ese trago tan amargo, veinte meses después empezó a vivir sus mejores momentos mediante presencia en el Roland Garros francés, segundo en el Abierto de Estados Unidos y primero en el Wimblendon del Reino Unido. “No olvido, sin embargo, lo que me ha pasado.Yo creo en Dios y pienso que las cosas se normalizan en la medida que uno actúa conscientemente, donde los remordimientos y malos ratos quedan a un lado, precisamente porque existe un Ser que todo lo ve y lo evalúa espiritualmente”.
Como profesional, se retiró en 2010 pero cuatro años antes tenía en proyecto Cañas Tennis Academy, que actualmente desarrolla talentos con la ayuda de sus socios Martín García y Gustavo Oribe. La academia está en el Tumberry Hotel de la zona Aventura de Miami, Estados Unidos, a 25 metros del aeropuerto.
Lo acompaña su novia brasileña Fabiana Semprebom, dedicada al modelaje mientras sus padres, Mirta y Luis, lo visitan, especialmente su madre que permanece seis meses en Miami.
