La vialidad en mal estado, afecta en gran medida a Barrio Unión, ubicada en la parroquia del mismo nombre. Sus habitantes, tienen meses esperando por una atención integral por parte de los organismos del estado y municipio.
Cuentan que en el caso de las vías, son incontables las preocupaciones. En primer lugar, los riesgos para los conductores y pasajeros que pierden el control en el intento de esquivar los cráteres sobre el pavimento; luego los daños que sufren las unidades.
Arcadio Peña, vecino, lamentó que no sea reparado el tramo de la intersección de la comunidad Cerro Gordo a pesar de los constantes llamados de atención hechos por ambos vecindarios. Lo que empezó como una pequeña grieta, es ahora un profundo hueco.
“Seis meses tiene ese hueco ahí, ocasionando problemas a todos los conductores, en especial, a los de líneas de “rapiditos” y Ruta 8. La Alcaldía de Iribarren tiene que mandar a reparar el asfalto o seguiremos en la desidia”, sostuvo el conurbano.
Por otro lado, exhortó a la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) para que revisen el alumbrado público en las vías principales y transversales debido a las fallas de los últimos días. Las luminarias iluminan en forma deficiente y es un peligro convivir en medio de la oscuridad.
Se trata de una realidad en el sistema eléctrico que afecta no sólo a Barrio Unión, sino al resto de comunidades del ámbito como es el caso de Cerro Gordo, El Triunfo, La Peña, entre otros sectores populares, en los que también existen constantes apagones.
Escuelas en malas
condiciones
Wilfredo Túa, dirigente vecinal de la parroquia Unión, informó que los planteles educativos de Barrio Unión necesitan de un pronta atención por parte del Ministerio (pp) de Educación. Son instituciones que datan hasta de hace 50 años pero son olvidadas por el Estado.
Expone entre las necesidades más graves, el hacinamiento que viven los niños en los salones de clases, así las pésimas condiciones de las infraestructuras escolares. La Unidad Educativa Juan Guillermo Iribarren, expresó, debe ser demolida por completa para luego levantar nuevas bases que brinden una casa de estudios modelo para el resto de las escuelas del municipio.
Al parecer, el Cuerpo de Bomberos de Iribarren inspeccionó el plantel y recomendó la demolición total de las áreas educativas, no obstante, la Zona Educativa continúa ignorando la sugerencia hecha por los expertos.
Los chicos, por su parte, continúan recibiendo enseñanzas en espacios reducidos y, tanto docentes como el resto del personal, agotan los esfuerzos para medianamente ajustar las aulas al trato que merecen los infantes.
“Nuestras escuelas de la parroquia Unión, ameritan una revisión exhaustiva por parte del MPPE a fin de garantizar espacios dignos para los niños y maestros. Tenemos serias deficiencias en materia de infraestructura escolar y de dotación”, finalizó.