Con la posibilidad de que a Venezuela venga mano de obra campesina proveniente de Argentina, Paraguay y Brasil; producto de la solicitud que el presidente Nicolás Maduro ha hecho ante el Mercosur, la dirigencia sindical del partido Alianza Bravo Pueblo denuncia que una decisión de este tipo pondría en peligro a tres millones de venezolanos que componen la mano de obra campesina nacional.
«Esta situación es bastante preocupante, porque el Instituto Nacional de Tierras tiene aproximadamente siete millones de hectáreas improductivas que fueron confiscadas a productores, quienes tenían en su mayoría más de seis décadas aportando a la producción interna del país», dijo Luis Beltrán Borromé, coordinador agrario del partido opositor y miembro del Comando Simón Bolívar.
Recordó casos como el de la tierras del Valle del Turbio, donde en su momento se confiscaron más de 2.500 hectáreas para producir distintos rubros, pero actualmente al pasar por la zona se ve desolación.
A juicio de Beltrán, la decisión gubernamental podría descapitalizar aún más, por cuanto los empresarios extranjeros vendrían a aprovecharse de la tierra para que los beneficios vayan a sus países de origen. «Los campesinos serán subestimados en este país y engrosarán los cinturones de miseria que hay en las grandes ciudades».
Como forma de contrarrestar la medida, Alianza Bravo Pueblo promoverá protestas en cada estado del país, ya que sus pequeños predios no serán beneficiados sino estos grandes empresarios que vendrán de otras naciones.
En estos momentos, Venezuela importa más de 70% de los productos de consumo básico, entre estos café, maíz, arroz, caña de azúcar; y otros rubros que se producían en cantidades suficientes y que estaban en capacidad de exportar.
«Dentro de poco tiempo, en Venezuela habrá una hambruna nacional, y la gente no sé qué se irán comer, tal vez los cables de Corpoelec. Vemos con preocupación esta situación y el llamado es a que nos organicemos para que el gobierno revierta esta situación», advirtió.
El dirigente recordó que la cosecha de invierno está pautada para el mes de mayo, como tiempo de inicio al periodo lluvioso en Venezuela, y hasta ahora sólo se ha sembrado el 30% de la tierra productiva, por lo cual pronostica una escasez de cereales y otros rubros necesarios para los venezolanos, a quienes llama a manifestarse lo más pronto posible contra la situación.