Steven Spielberg llevará su veterano ojo de Hollwydood al más artesanal festival de cine de Cannes la semana próxima, pero insiste que no tiene preconceptos y que presidirá el jurado de una manera «estrictamente» democrática.
El legendario cineasta, quien visitó Cannes por primera vez cuando estrenó «E.T.» en 1982, dijo que está deseoso de ir de nuevo al boulevard de la Croisette aunque se siente un poco «oxidado», porque no ha servido como jurado de un festival en más de 25 años.
El cineasta de 66 años y su panel -en el que participan Nicole Kidman y el ganador del Óscar Ang Lee- son los encargados de elegir al ganador de la Palma de Oro del festival que tendrá lugar del 15 al 26 de mayo.
La perspectiva de ver y evaluar críticamente 19 películas en 12 días puede parecerle a algunos un poco sobrecogedora.
«¡No para mí! Cada fin de semana veo cuatro a seis películas. Me pongo al día respecto a lo que me perdí durante la semana. Así que estoy ansioso de ir a ver dos películas por día en Cannes», dijo Spielberg recientemente.
«Es un gran honor, pero es sobre todo la promesa de un gran placer», comentó a la revista francesa Telerama.
El director, quien sólo ganó una vez en Cannes (mejor guión por «Sugarland Express», 1974) ha recibido varias decepciones últimamente en lo que a premios se refiere, luego de que sus dos últimas entregas, «Caballo de guerra» y «Lincoln», perdieran el Óscar a mejor película este año y el pasado.
Pero a lo largo de los años Spielberg ha realizado algunos de los mayores éxitos de taquilla del cine moderno, como «Tiburón» (1975), «Parque Jurásico» (1993), «La lista de Schindler» (1993) y la saga de «Indiana Jones».
Cuando se le preguntó si, como presidente del jurado, se vería más inclinado por las películas con potencial popular o, por el contrario, por trabajos «más difíciles», fue esquivo.
«Creo que, antes de que se proyectan, todas las películas son iguales. Sean grandes o pequeñas, son la suma de visiones personales y esfuerzos de colaboración».
«Las intenciones de los cineastas son siempre las mismas, sea Christopher Nolan o Michael Haneke: expresar lo que tienen adentro», dijo, refiriéndose al director de «Batman» y al de la sencilla historia «Amour», que ganó el año pasado en Cannes.
La posibilidad de que haya algún enfrentamiento cultural entre la sensibilidad hollywoodesca de Spielberg y sus colegas de un jurado muy internacional no ha pasado inadvertida.
En el panel también participan la actriz india Vidya Balan, la directora japonesa Naomi Kawase, la cineasta escocesa Lynne Ramsay, el actor francés Daniel Auteuil, el director rumano Cristian Mungiu y el actor austríaco Christoph Waltz, ganador del Óscar este año.
«Ninguna alineación de jurados de Cannes en la historia reciente ha estado tan pletórica de figuras de la industria cinematográfica tan influyentes, distintivas y de tan alto perfil mundial», escribió el crítico de cine Jon Frosch en el diario The Atlantic.
«Spielberg y el Festival de Cine de Cannes constituirán una fascinante confrontación de tendencias y gustos cinematográficos y cinéfilos», escribió.
Spielberg no ha revleado qué tipo de presidencia ejercerá al tomar el cargo en el Palais des Festivals, cuya alfombra roja comenzará a ser recorrida por las estrellas a partir del miércoles.
«¡Democrático!», dijo, cuando la revista Telerama insistió en el tema. «Pero dadme tiempo. No he sido jurado desde el festival de Avoriaz en 1986, cuando premiamos a ‘Carrie’ de Brian de Palma. Estoy un poco oxidado», señaló.