“No se plantan semillas de comida, se plantan semillas de bondades” (Irena Sendler)
Mañana se celebra el Día de la Madre en muchas partes del mundo. Felicitaciones a las madres venezolanas, igualmente a las que dentro y fuera de fronteras forman parte de mi querida familia.
Por la puerta del sol dedica hoy su espacio a la señora Grecia Barreto de Florido, mujer sencilla y generosa, a quien ni los años han logrado disminuir su carisma, voluntad, alegría y plan de ejercicios diarios, para mantenerse activa, lista para salir a prestar su ayuda a quien la necesite. Para ella “Más que bonita prefiere que digan que es una mujer honesta a carta cabal”, ese es uno de sus grandes orgullos, así como lo es el de ser la pretenciosa madre de seis hijos biológicos y un séptimo adoptado llamado: HONIM (Hogar de niños impedidos), asociación civil sin fines de lucro, cuya presidenta del voluntariado al servicio de este hogar es ella justamente.
Crear el Honim fue idea del padre Ángel Riba (+) cuyo ferviente deseo era el de erigir un hogar para los discapacitados; sueño que logró hacer realidad. Acompañado del matrimonio Florido Barreto y de un grupo de voluntarios fundaron el Honim el 29 de agosto de 1982. Ya no está el padre Riba ni el señor Vicente Florido López, quedan algunos de sus fundadores entre quienes figura la señora Grecia. El HONIM alberga en este momento a 76 discapacitados, con síndrome de Down, autistas y parálisis cerebral entre otras enfermedades. La ilusión del padre Riba de que la institución fuera conducida por religiosos también se cumplió; hace 25 años es administrada por los padres Orionistas.
Aparte de ser madre voluntaria de esta institución ha sido presidenta de las comunidades educativas del colegio Javier y del Andrés Bello, conjuntamente pertenece al primer voluntariado de la Fundación larense “Ayuda al incapacitado” (Flai.) Presta servicios a “Encuentro de Matrimonios con Cristo”, también fue presidenta de las Damas Salesianas. Para ella más importante que dar dinero es dedicar tiempo, atender y hacer felices a los discapacitados.
La verdadera vocación de servicio radica en personas alegres, optimistas, dispuestas a superar cualquier obstáculo que impida llevar su ayuda a otros. Como lo dijera el mismo Jesús: “Muchos son los llamados, pocos los escogidos”
Llevo años observando a esta mujer dedicada a la noble misión de servir al incapacitado. Hablando con ella uno siente que está ante un ser humano angelical. Habla con tal alegría de su amor hacia los desvalidos que uno se avergüenza de hacer tan poquito por los demás pudiendo hacer tanto. Soy testigo de su ánimo y voluntad invencibles, de su fortaleza espiritual y de la de luchar contra cualquier obstáculo que pretenda impedir cumplir con su misión de servir. Ha dedicado su vida a la labor de acunar el ensueño del desprotegido, del triste e incapacitado. Servir a otros no es una coincidencia, es el reflejo de nosotros de nuestras acciones.
No podrá nunca ponerse en duda la fuerza del cariño hacia lo más desprotegidos de mujeres como Irena Sendler llamada “El ángel del Gueto”, quien salvó del holocausto nazi a 2.500 niños judíos. La madre Teresa de Calcula cuyo extraordinario amor hacia los más pobres y su entrega total a riesgo de la misma salud, demostró su valentía y voluntad de poner siempre en primer lugar al ser humano y sus derechos fundamentales, respecto a cualquier otra cosa.
Nada mejor para felicitar mañana al “Ángel de los incapacitados” Grecia de Florido y bendecir su obra, dedicándole parte de lo que escribiera en su poema “Los hijos infinitos” don Andrés Eloy Blanco: “Cuando se tiene un hijo se tiene el hijo de la casa y de la calle entera; cuando se tienen dos hijos se tienen todos los hijos de la tierra, se tienen los millones de hijos con que las tierras lloran, con que las madres ríen, con que los mundos sueñan. Cuando se tienen hijos se tiene la alegría y el ¡ay! del mundo en la cabeza, toda la angustia y toda la esperanza, la luz y el llanto a ver cuál es el que nos llega, si el modo de llorar del universo o el modo de alumbrar de las estrellas”.
Con su impresionante don de servicio hacia los discapacitados Grecia Florido gana parcelas en el cielo. Ella es la más humana demostración de lo que puede hacer la fuerza del cariño capaz de hacer reverdecer el árido camino de los enfermos, de los rechazados, de los perdidos e ignorados por el mundo. Que Dios la bendiga.
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