Realmente dramático es el escenario que viven a diario los 1.040 alumnos del Liceo Bolivariano Francisco José Rojas Rodríguez de Cabudare, en donde las áreas comunes y fundamentales como el comedor y los baños, se encuentran en condiciones deplorables e insalubres.
Estudiantes de tercero, cuarto y quinto año, mostraron al equipo reporteril de EL IMPULSO, las áreas más deterioradas de la institución educativa, enfatizando que han dirigido un sinnúmero de correspondencias a la dirección solicitando las mejoras y refacciones correspondientes con la sola respuesta que “de eso ya está enterada la Zona Educativa de Lara y Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas, FEDE”.
Pero mientras esa respuesta se concreta, siguen pasando los años y el plantel sigue sumiéndose en el olvido y la desidia, al tiempo que el estudiantado debe soportar los rigores de una infraestructura que se desmorona aceleradamente.
La institución posee 90 docentes y unos 50 empleados administrativos y obreros, que igualmente sienten “trabajar en un plantel del país más empobrecido del mundo”, señaló una profesora que pidió mantenerse en el anonimato.
Los baños deben clausurarse
Los escolares en el recorrido con EL IMPULSO exigieron a las autoridades sanitarias “vengan a realizar una inspección para que observen personalmente el grado de insalubridad de los baños”.
El olor nauseabundo se expande a muchos metros y la contaminación es tal, que los gusanos nadan en las pocetas.
El urinario y otras piezas sanitarias son un foco permanente de infección, así como los surtidores de agua potable, que parecen más bien lavamopas.
El comedor huele a todo
Más dramático que el estado de los baños, es el área de comedor, donde la ruma de basura alcanza una altura considerable, sin mencionar la indescriptible pestilencia que de las numerosas bolsas se desprende.
“Esta basura que contiene los desperdicios de los almuerzos de los estudiantes, permanece en ese sitio al no existir un cuarto para depositar los residuos, y se descomponen allí tras pasar muchas semanas por fallas en el servicio de Aseo Urbano”, dijo una alumna.
Una secretaria mostró el deterioro de los mesones y bancos del destartalado y crítico comedor, subrayando que en otro país, ese espacio ya estuviese cerrado.
-Esto contradice con la Constitución, y es irónico que la Ley habla de una educación de calidad en medio de este insano desastre, mientras hay docentes preocupados por mantener a flote la directora que no quiere dar cuenta de los recursos obtenidos de la venta de material reciclable para la rehabilitación de algunas áreas del liceo, sentenció.
