Las colas de los consumidores que se están viendo en estos momentos frente a los supermercados y otros establecimientos, para adquirir algunos artículos de la dieta diaria -harina precocida, aceite, azúcar y otros- demuestran que la escasez se ha convertido en un problema diario.
Pero, la crisis de la producción, no sólo en lo que respecta a los alimentos, sino en todas las áreas, se intensificará porque el gobierno acabó con el aparato productivo, declaró el ingeniero agronómo Alberto Macías, coordinador nacional del área agroalimentaria de la Mesa de la Unidad Democrática, al ser entrevistado -vía telefónica- por periodistas de EL IMPULSO.
La crisis alimentaria se siente con mayor intensidad porque el país está importando más del 80 por ciento de los productos que consumimos.
El gobierno acabó con la producción del café, arroz, avícola, porcina y de carne, expuso. Para dar un ejemplo, en Aragua se le debe, desde hace 270 días, a los productores de aves y puercos todo lo que han entregado al gobierno para ser distribuido en las cadenas de comercialización.
Existe en este instante la posibilidad de que haya una mortalidad de pollitos (ya se registró una gran cantidad de muertes de estos animales en estos días) y de pollos de engorde, porque la fábrica de concentrados no cuenta con los insumos indispensables, tales como soya y la grasa, y en consecuencia no puede producir.
Al no hacerlo, los productores independientes no pueden lograr el engorde de cerdos y pollos, ni tampoco la producción de huevos.
La escasez que se está registrando en el país es consecuencia del proyecto cubano, que implantó el fallecido Hugo Chávez, de hacer del Estado la estructura omnipotente que nos sometiera a todos.
Pretendió hacer ver que aquí no había producción independiente que pudiera ir en contra de una política del régimen.
Los convenios que está suscribiendo Nicolás Maduro en Argentina son un refrito con ese y otros países que son “chulos” de Venezuela, ya que no van a resolver el problema de la escasez, la cual será cada vez mayor.