El balance de catorce años de gestión de Hugo Chávez y la continuidad forzada de Nicolás Maduro en materia de soberanía agroalimentaria, ha sido un colosal fracaso, por cuanto se inició con la expropiación de tierras productivas y la confiscación de las mismas, incumpliendo el artículo 115 de la Constitución.
Eso trajo como consecuencia, dijo el ex diputado Pedro Pablo Alcántara, quien fuera miembro de la comisión de agricultura de la Asamblea Nacional, la caída en los rubros de agricultura animal y vegetal en todo el país.
Las intervenciones que fueron realizadas, en nombre de una pretendida justicia social para los campesinos, concluyeron en el más grande despilfarro de tiempo, recursos y programas improvisados, que además trajeron como consecuencia la firma de convenios para materia agrícola con China, los cuales fracasaron.
Se formularon anuncios de cooperación económica con Uruguay, Paraguay, Nicaragua, Argentina y Brasil, los cuales han tenido destinos inciertos.
Si se revisan las cifras relativas al incremento anual de las importaciones de alimentos y de insumos agrícolas, así como de semovientes de ganado, se comprobará que cada año aumentó escandalosamente la cuantía en ese renglón.
Para el año 2012 las importaciones generales del país llegaron a 63 mil millones de dólares, de los cuales más de 30 mil millones correspondieron a alimentos e insumos y equipos agrícolas.
Fueron sustituidos los proveedores históricos de equipos, tanto italianos como americanos, ingleses y fraceses, para ser sustituidos por iraníes y otros que no tenían la tecnología avanzada como los que siempre habían hecho negociaciones con Venezuela.
Además, la toma por los militares de toda capacidad de ensilamiento trajo como otra consecuencia que todos los avances que se habían logrado con los productores agrícolas, en rubros tan sensibles como el maíz y el sorgo, decayeran.
No sólo se redujo la frontera agrícola de rubros históricos como el café, cacao y arroz, que durante cierto tiempo resistieron el embate de esas políticas equivocadas y de intervenciones con la presencia de agricultores chinos, que nunca llegaron a concretarse, sino que en los productos que se cosechaban ahora son deficitarios.
Hoy día casi todo lo que consumimos viene de afuera porque casi no hay producción nacional.