Los organismos de seguridad del estado cumplieron y dieron con Carlos Eduardo Pérez , mejor conocido como “El Guly”, quien supuestamente dijo en vida, que sólo muerto lo capturarían, y así fue.
El general del Comando Regional número 4, Octavio Chacón, informó a la colectividad que ahora están tras la pista de algunas personas quienes le habrían pagado “vacuna” al malhechor. “Estamos investigando a personas en Morán y Jiménez que se encargaban de pagarle protección y otros custodias, lo que los hace cómplices y cooperadores inmediatos de todos los delitos cometidos por él”.
Según Chacón, aún quedan algunas personas de la banda quienes están plenamente identificadas y los están buscando a lo largo y ancho de Lara y entidades vecinas. “Estamos activados y articulando actividades de inteligencia para desmantelar las bandas peligrosas que se dedican a estos delitos”.
Hizo un llamado a la colectividad para que no caiga en el error de hacer pagos o pedir favores a delincuencuentes, ya que estarían involucrados de igual manera. “Durante las pesquisas, a través de las llamadas telefónicas y chips de teléfonos se determinó que hay personas que tendrían cierto grado de complicidad”.
El Guly y sus delitos
El comandante de la Guardia Nacional Bolivariana señaló a Carlos Eduardo Pérez, de 31 años, como uno de los delincuentes y cabecilla de la banda más famosa y peligrosa de la región.
El hombre estaría implicado en al menos 42 homicidos, 18 secuestros, piratería de carretera, extorsiones, tenencia y porte ilícito de arma de fuego y tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas entre otros delitos, no sólo en Lara sino en estados vecinos, en especial en Portuguesa.
Tenía abiertos siete expendientes por asesinatos y desde el año 2009 estaban tras sus pasos, de donde logró escaparse en por lo menos, seis ocasiones. “No fue que se esperó mucho tiempo, sino que gracias a la complicidad de las personas que estamos investigando, o eventos fortuitos, hicieron que se escapara de varias “conchas” donde se encontraba. También se desaparecía por períodos fuera de la jurisdicción”, comentó la máxima autoridad del Core 4.
8 meses de investigación
Durante ocho meses una comisión de inteligencia del GAES y la GNB, estuvieron indagando los pasos del homicida; llamadas telefónicas, mensajes de textos, pesquisas, visitas domiciliarias, patrullajes, entrevistas a testigos en todo el estado Lara, lo que arrojó como resultado la muerte del líder de la banda.
En todo este tiempo, los funcionarios lograron la detención de ocho sujetos, integrantes del mismo grupo delictivo: Felipe Manuel Hernández Rodríguez, Wesley José Gutiérrez Flores, José Gregorio Yépez Duin, alias “El Begueta”, Neftaly Bonilla Yohanner, Héctor Luis Meléndez, Pedro Rafael Torrealba Galíndez y Francisco Javier Peralta Arrieta, todos por porte ilícito de arma de fuego, tenencia de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, quienes se encuentran privados de libertad en diferentes centros penitenciarios del país, quienes esperan por juicio.
De igual manera, se incautaron durante la investigación y diversos allanamientos, gran cantidad de objetos provenientes del delito, ocho vehículos de diferentes marcas, solicitados por los tribunales y el Cicpc, 12 motocicletas, 11 armas de fuego, más de 700 cartuchos, 3.300 gramos de presunta marihuana.
Crónica de una muerte anunciada
Desde la madrugada del jueves efectivos de inteligencia del Destacamento 47 de la Guardia Nacional Bolivariana en conjunto con el Grupo Antiextorsión y Secuestro, tomaron el sector José Amado Jiménez de Quíbor.
Esperaban la llegada de Pérez, quien arribó aproximadamente a las 12:15 del mediodía, entró a la casa, a los minutos salió hablando por celular, momento en el que los funcionarios le dieron la voz de alto, y éste accionó el arma sin mediar palabra, por lo que la comisón de 10 personas, respondió de la misma manera, donde “El Guly” salió herido al igual que su guardaespalda y uno de sus más fieles seguidores, Luis Salvador Yépez, por lo que los sacaron de la casa en brazos y los llevaron al Hospital Eligio Montesinos, en una camioneta del cuerpo detectivesco, donde minutos más tarde, murieron.
En el procedimiento se incautaron dos armas de fuego: una marca Tauro, la cual accionó Luis Salazar Yépez y una marca Glock, 9 milímetros, con seriales devastados que utilizó Pérez, con seriales desvastados, al igual que un vehículo el cual, presuntamente, cargaba el jefe de la banda. Se conoció que “El Guly” tenía cinco hijos con cuatro mujeres diferentes, con quienes mantenía relaciones amorosas.
Finalmente, el general Chacón informó que continúan las investigaciones para desarticular las diversas bandas que operan en el centroccidente del país.