En estos momentos cuando ha comenzado a aplicarse la jornada laboral contemplada en la nueva Ley Orgánica del Trabajo, la situación económica es difícil, según la apreciación de la doctora Rosa Isabel Pérez, economista y profesora universitaria, quien fue consultada por periodistas de EL IMPULSO.
No se pueden obviar hechos muy significativos como la devaluación de la moneda nacional en el 46,5 por ciento y la inflación que crece continuamente, además de la escasez de divisas para la importación de ciertos rubros que tienen enorme demanda nacional.
Estos aspectos nos afectan en cuanto a la productividad, expuso.
Ahora con la jornada de las 8 horas con un máximo de 40 horas a la semana, se puede considerar que este es un hecho que merece ser analizado una vez que se tengan resultados en torno a la aplicación de la medida.
Sin embargo, observó, tomando en consideración algunas empresas que deben producir ininterrumpidamente, tendría que considerarse la posibilidad del incremento en la nómina de personal.
Las empresas, aunque sean medianas, con esta jornada no podrían tener una producción normal si no aumentan el número de sus trabajadores.
Ahora bien, habrá algunas que no podrán pagar la nómina porque no estarán produciendo.
En este punto se refirió a las recientes declaraciones del ministro Nelson Merentes, de Finanzas, quien ha ofrecido agilizar el desembolso del 85, 4 por ciento de los requerimientos de divisas del sector privado, para tratar de dinamizar la economía.