El paraíso de los animales

La historia que les voy  a contar me sucedió a mí, pero les puede suceder a ustedes también. Son cosas insólitas pero suelen pasar. Cuando usted tiene bajo su responsabilidad algo, se preocupa por ello, lo cuida, lo protege y máximo si usted comercializa con eso bajo un título profesional que así lo acredita.
Un buen día 11 de abril de 2013 llevé a Murci a una clínica veterinaria (Murci es una gatita atigrada, esterilizada, con una franja amarilla en el cuerpo y negra del otro lado, inteligente, dócil, obediente, parecía un bebé, lo único que le faltaba era hablar), para que le curaran una herida, pero por cosas del destino, la dejé hospitalizada por sugerencia de personal, fue el último día que vi a mi pobre animalito.
Vinieron los días de las elecciones y los sucesos que todos conocemos, llamé a la clínica el día lunes 15 en horas de la mañana y me informaron que Murci estaba bien, ofrecí verla en horas de la tarde, pero por los acontecimientos en la Av. Morán no pude hacerlo. El día martes no pude comunicarme, menos apersonarme en horas de la tarde a la clínica veterinaria, pues los sucesos fueron más violentos. Ya todo calmado fui la clínica el día miércoles para traerme a Murci y cuál sería mi sorpresa cuando la veterinaria dueña de la clínica con el mayor desparpajo me dijo: “Murci se escapó, vayan a buscarla”. Obviamente pregunté cómo había sucedido y me dijo: “Nadie sabe”, me dieron varias versiones, nadie tiene la culpa.
La culpa parece ser mía por haberla llevado a la clínica. Cuando usted como médico veterinario tiene y recibe bajo su cuidado una mascota, usted es responsable de bienestar de ese animalito, lo llevé a ese paraíso animal, que más bien parece un tribunal de la inquisición, porque son pocos los que se salvan, muchos pasan a mejor vida, se pierden desaparecen y nadie responde, nadie es responsable, vaya usted a saber quién le da una  respuesta, pero los vecinos de la clínica sí saben lo que allí sucede cuando ven a las personas buscando a sus mascotas que nunca las encuentran.
Decirles cuando se perdió Murci, no lo sé,  sólo sé que se perdió por los lados de la carrera 28 entre calle 12 y 13 y si alguien la ve o la encuentra favor comunicarse con los teléfonos 0424-5900486.
Murci tiene una herida pequeña al final del cuerpo e inicio de la cola. Les escribo con mucho dolor porque creo en la buena fe de la gente. Será bien gratificado quien de manera veraz y confirmable me informe sobre Murci, a quien hoy no sé si está viva o muerta, la pobre debe tener hambre, pasa frío o si está atacada por otros animales. Han pasado varios días y Murci no aparece a un así yo la sigo esperando. Gracias por leerme.