FC Barcelona contra Real Madrid, el viernes la ‘Final Four’ de la Euroliga vivirá en Londres un ‘Clásico’ en semifinales, que eclipsa por un día la dura realidad de los clubes de la liga de básquet española (ACB), golpeados por la crisis económica.
Viendo únicamente los resultados de los equipos de élite, nadie diría que esa crisis está ahí, especialmente por la gran etapa de la selección nacional española.
La ‘ÑBA’ es campeona de Europa y tuteó a los estadounidenses en la final del torneo olímpico de 2012, mientras varias estrellas españolas brillan en la liga norteamericana y el país siempre ha clasificado al menos a uno de sus clubes para la ‘Final Four’ de la Euroliga desde hace nueve años.
«En el mundo del básquet, formamos parte del G4», celebró recientemente el presidente de la Federación Española, José Luis Sáez, que está inmerso en los preparativos del Mundial-2014, que tendrá lugar en su país.
Pero detrás de esas flamantes locomotoras, los vagones de la ACB no siguen el ritmo y algunos tienen serios problemas, ante la retirada de patrocinadores y la disminución de los derechos de televisión.
Equipos como el Granada o el Menorca, que formaban parte desde hace tiempo del panorama deportivo español, renunciaron al final de la pasada temporada. Los segundos acababan de ascender a la primera división.
El Bilbao, abandonado por su principal patrocinador en plena temporada, fue reanimado finalmente por una inyección de dinero del gobierno provincial de Vizcaya, en el mismo año en el que el equipo fue subcampeón en la Eurocopa, la segunda competición de clubes tras la Euroliga.
Los catalanes del Manresa se han visto obligados a buscar fondos para poder mantener la cabeza fuera del agua.
Otras formaciones importantes también se han visto salpicadas por la crisis.
El Málaga, que estuvo en la ‘Final Four’ de 2007, ha visto cómo su presupuesto pasó de 18 millones de euros a 8 millones en apenas dos años, según datos del diario español El País. El Vitoria, cuatro veces seguidas en la ‘Final Four’ de 2005 a 2008, se vio por su parte obligado a vender a sus mejores jugadores, entre ellos el estadounidense Brad Oleson, ahora en el Barça.
La crisis en la ACB ha acelerado el éxodo de los mejores basquetbolistas a la NBA, donde juegan varios de los mejores del país (Pau y Marc Gasol, José Manuel Calderón, Ricky Rubio, Serge Ibaka) y un gran número de extranjeros que en el pasado destacaron en la liga española.
Ocho de los diez últimos MVP (jugadores más valiosos) de la ACB han puesto rumbo a Estados Unidos. Al final de la pasada temporada, siete de los diez primeros en esa clasificación del MVP fueron al extranjero.
En las divisiones inferiores, la temporada ha estado marcada por varios casos de impagos y jugadores amenazando con huelgas si no recibían su salario.
Los estadounidenses Othello Hunter y Tony Gaffney abandonaron el Valladolid y el Badalona en plena temporada.
La crisis también afecta seriamente al básquet femenino español. El equipo del Valencia, que ha perdido a su patrocinador histórico, desapareció en 2012 unas semanas después de haber ganado la Euroliga y ocho de las doce últimas Ligas españolas.
El nivel medio de la liga española masculina, considerada antaño la mejor de Europa, ha bajado por el empobrecimiento de los equipos, con la excepción de Real Madrid y Barcelona, que siguen con fortaleza en sus presupuestos.
Los madrileños se permitieron pagar 2,5 millones de euros por temporada para atraer al alero Rudy Fernández, de regreso de la NBA, y el Barcelona desembolsó una cantidad equivalente para retener al esloveno Erazem Lorbek, tentado por Estados Unidos.
El domingo, en el O2 Arena, uno de los dos españoles lucharán por brindar a España su duodécimo título europeo, lo que dejaría al país a uno del récord de Italia. Pero ni siquiera eso podría ocultar por completo la crisis de la ACB y de los más pequeños.
