La teoría económica – que me enseñaron

Dicen que los únicos que tienen trabajo seguro, todo el año,  son los economistas. Los primeros 3 meses (cuando es bisiesto cobran 5% de recargo) diseñan escenarios,hacen pronósticos, los otros nueve, explican el por qué no se cumplieron sus adivinanzas. Y aunque ustedes no lo crean, siempre tienen razón y las masas le ofrecen su confianza,  y en tributo a lo que dicen mis amigos Héctor Silva Michelena, Héctor Malavé Mata y Antonio Paiva, miembros excelsos de esa tribu y en ese oficio pitoniso, nada ni nadie les gana. Son expertos en ganarse la confianza de la gente de buena estirpe(entre nosotros gente de bien), los llamados agentes económicos (Homo economicus. Se me salió la clase)  Bueno, hay unos improvisados y advenedizos, como el Monje Loco de la Economía, el sub-ilustre Jorge Giordani, bautizado por Silva Michelena  como “estudiante regularzón” quien afirma, vehementemente, que si la economía no se comporta de acuerdo a sus predicciones se debe a fenómenos telúricos, conspirativos y erráticos. Y que le agradece, sumamente, al Creador,al Imperialismo  y al Fondo Monetario Internacional, que en próximas oportunidades le hagan caso a sus vaticinios, pues él, no está dispuesto, nunca más, a tolerar que la realidad se comporte de manera tan estrafalaria y porfiada,  haciéndolo quedar mal y hasta en ridículo con sus 3 alumnos de toda la vida. Entremos de lleno en el asunto que nos ocupa. Bueno, la primera enseñanza es el concepto de la competencia.  Explico: Si dos equipos de baseball se enfrentan, a pesar que sólo el último out permite saber el ganador, con toda seguridad, la mayoría de  los asistentes al parque tendrán su favorito. Unos a favor del Caracas. Otros a favor del Cardenales. Pero en resumen, cada quien va al que le sale del forro….de la pelota. Es una competencia sana. Gana quien jugó mejor. Si dos boxeadores se enfrentan en un  ring,  es razonable que quien lo haga mejor saldrá victorioso del combate. Otra vez la fulana competencia. Pues en el Socialismo del Siglo XXI,que es el mismo de Stalin y Mao y de los Rusos y Soviéticos,  el ganador no depende de los competidores. El ganador lo decide el Estado o el Gobierno o el Partido. En conclusión; primera gran enseñanza de la economía “Si no hay trampa ganará siempre quien se desempeña mejor, el mejor competidor”. Ahora hablemos del riesgo. La cuestión parece ser que a igual riesgo es mejor escoger el mejor rendimiento. A igual rendimiento es mejor seleccionar el menor riesgo. Vamos a verlo en la práctica amorosa.  Si usted encuentra a su novio o novia en la entrada del cine, seguramente considerará normal un beso de mejilla o un  “piquito” Todo se vería tan natural. Pero si usted es un valiente conquistador enamorado, y  quiere ver a su novia; brinca dos cercas eléctricas, se enfrenta a dos pitbulls con mal de rabia, resiste 6 tiros de escopeta del   rival celoso, seguramente usted estará esperando algo más que un “piquito”  Usted  no sabe qué.  Pero piquito ni de vaina. Pues el riesgo asumido se relaciona de alguna manera con el premio esperado. Nadie juega un Kino de 250 bolívares esperando ganarse 500 bolívares. Los compradores esperan  por lo menos 2.000.000 bolívares.  Es decir, 8.000 veces más. Otra enseñanza práctica. A mayor riesgo más gigantesca la expectativa. Anjá y ese asunto del riesgo. ¿Cómo se come? ¿Con qué se come?  Pregunta facilona. En Venezuela hay inflación desatada. Una criminalidad desorbitada y generalizada. Secuestros a la  orden del día. Desequilibrio total de los poderes públicos.  Corrupción sin cortapisas ni control.  Control de cambios y el dólar afrodescendienteflotando y creciendo como loco. Expropiaciones sin que le paguen a nadie.  Problemas electorales graves.  Déficit fiscal aterrador. Luego  no es alocado ni temerario afirmar que el riesgo financiero, personal y empresarial es más grave en Venezuela que en Suiza o en Luxemburgo. Por lo tanto los inversionistas internacionales y nacionales esperan de esas economías nórdicas un “piquito” financiero. Ahora cuando se trata de amores con la mulata Venezuela, uhmmm, no esperan precisamente un beso soplado. Quieren ganar mucho y rápido. Ese riesgo asociado a la Patria es lo que se conoce como riesgo país.  Estas teorías,  medio las aprendí de Silva Michelena y de Malavé Mata. Con Paiva son discusiones cotidianas.  Pero al final, tienen razón. Aquí la cosa va mal y el riesgo peor. Y el pobre Maduro ni se entera. Con razón lo llaman “mientras tanto”
@ssemtei