El Circo de la Oscuridad

Entra cadena nacional: Nicolás Maduro chuta un balón de fútbol y comenta su experiencia como espectador del Cirque du Soleil. Una función gratuita, abierta (del poder popular, del dominio público). Todo es paz, sub-17 y aplausos. Minutos antes, en la Asamblea Nacional, un hombre le perfora el ojo a puños a Julio Borges y María Corina Machado es cosida a patadas por una manada de diputados violentos.
Agarren sus butacas. Esta es la premier del Cirque de la Obscurité.
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La AN es una secta con mayoría estadística, que es decir artificial, que es decir fraudulenta.
La AN es la representación de lo indebido, el espectáculo que debe olvidarse, el montaje de circo de lo que no queremos.
La AN es un pedacito de país. La función repetida: hipnotizar la voluntad de un pueblo.
El Congreso está extinto. También hay curules en las cárceles y en las jaulas.
Constituciones, puñetazos, tacones, micrófonos. Cada diputado que disiente es el tiro al blanco del Poder Legislativo.
La señal de costumbre ahora es la puñeta. El gesto más bajo de la calle. Y entre puñeteros se aprueban las leyes del país.
La dialéctica de los coñazos. Verdadero golpe parlamentario.
El discurso de conciliación es una pirueta. Bienvenidos a la exhibición de la concordia y la paz. Después del intermedio, la gran maniobra de la convivencia.
La violencia es una sampablera, y nada más.
Apaguen las luces: “a la sombra del misterio solo trabaja el crimen”. Este es un espectáculo abierto, gratuito, y la tarima está abierta.
Revolución circense: no hablan los payasos ni el dueño del circo.
La AN es la actuación del día, la de los zancos y el columpio. Y tiene magníficos bribones, enmascarados y verdugos.
La AN es un estertor.
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Las luces de la libertad se están apagando. La violencia proviene de los centros de poder y está anclada en el discurso. No hay magia posible. La resistencia es el mejor número al que podemos jugar los venezolanos. La democracia se está convirtiendo en truco y la política se juega entre telones, trapecistas y máquinas de humo. Hay nervios, hay apuro, hay demencia. C’est normal. Así es el acto de la cuerda floja. Así es la acrobacia de los gobiernos al borde del precipicio.
@zakariaszafra