Ayer continuaron las lluvias en casi toda la geografía larense, registrándose precipitaciones durante la madrugada y horas de la tarde en la ciudad de Barquisimeto, sin consecuencias que lamentar.
En la tarde también llovió en la población de Quíbor (Jiménez); El Tocuyo (Morán); Cabudare (Palavecino ) y en Carora (Torres).
Las aguas pluviales comenzaron en Lara la mañana del viernes y según el Departamento de Meteorología, adscrito al Ministerio de la Defensa, del Aeropuerto Internacional Jacinto Lara de Barquisimeto, estas lluvias obedecen a vientos que se desplazan hacia el suroeste, a niveles altos de la tropósfera, así como a la humedad que genera nubosidad que afectan a las regiones Centroccidental, Andina y Central.
Estas primeras aguas encontraron a la ciudad desprevenida y colapsaron algunas de sus calles, motivado a drenajes obstruidos de basura, quebradas con sedimentación y llenas de monte y rejillas de alcantarillados tapadas.
La incomodidad no se hizo esperar, principalmente en la zona norte de la capital larense. Varias comunidades de esta área conformada por El Cují y Tamaca resultaron afectadas por calles anegadas.
La misma situación la vivieron en el noreste, entre ellos habitantes de José Gregorio Bastidas, El Ujano, Indio Manaure, Las Clavellinas, La Tomatera y Tierra Negra, estas dos últimas fuertemente golpeadas por el derrame de aguas negras provenientes de una obra de cloacas que una empresa dejó a medio terminar desde el mes de diciembre del año pasado, convirtiéndose con las lluvias en una letrina pública, ante la negligencia de las autoridades competentes.
En Carora, sus moradores llevan tres días consecutivos bajo aguas de lluvia, de continuar las precipitaciones en la zona pudiera desbordarse el cauce del río Morere, como en otras oportunidades, el cual inunda el sector de la Otra Banda, que comunica a esa ciudad con el poblado de Altagracia, constituido por caseríos como El Cardonalito, El Coyón, Las Matas y Alemán, este último dotado de hornos cavados en la tierra para la elaboración de tejas y adoboncitos, los cuales quedarían afectados, y mermada la economía de las familias que por años viven de esta labor.
En tanto, el coronel Héctor Vargas, director de Protección Civil Lara, recordó que seiscientos cincuenta funcionarios de ese organismo se mantienen alertas para socorrer a la población, ante una eventualidad que pudiera ocasionar este período de lluvias si persisten en la región.
Vargas indicó que todavía no se han reportado consecuencias drásticas en ninguna área de la entidad, solo pequeñas inundaciones de calles, cuyo nivel baja rápido.
Hizo un llamado a las personas que habitan cerca de quebradas, a alejarse lo más que puedan de esos lugares ante y durante las lluvias, para prevenir cualquier desgracia.
De igual forma, el Cuerpo de Bomberos de Iribarren está es total disposición para enfrentar las contingencias que se pudieran presentar, por lo cual está alerta las veinticuatro horas.